¿Por qué Sanidad advierte del riesgo de chupar las cabezas de gambas?
El Ministerio de Sanidad ha advertido del peligro de chupar las cabezas de gambas por la presencia de cadmio, un metal pesado que se encuentra en el consumo de la carne oscura de los crustáceos, localizada fundamentalmente en la cabeza.
Desde Sanidad se recomienda limitar, en la medida de lo posible, el consumo de esta carne oscura de los crustáceos para reducir la exposición de cadmio.
¿Qué es el cadmio?
El cadmio es un metal pesado que se encuentra en el medioambiente de forma natural asociado a minerales de cinc, cobre o plomo, por lo que es un subproducto inevitable en las actividades mineras relacionadas con estos metales.
Tiene muchas aplicaciones industriales por lo que su liberación al medio ambiente se ve incrementada por la acción del hombre como la quema de combustibles fósiles, metalurgia, incineración de basuras y por el uso de fertilizantes a base de fosfatos y de lodos residuales.
Y aunque su absorción en el aparato digestivo es baja, tiende a acumularse en el organismo, principalmente en el hígado y riñón, durante un tiempo estimado de 10-30 años.
¿Por qué es tóxico el cadmio?
1_ El cadmio es tóxico para el riñón.
2_ También puede causar desmineralización de los huesos, bien de forma directa o indirectamente como resultado de la disfunción renal.
3_ Puede llegar a provocar un fallo renal y, a largo plazo, cáncer.
La mayor fuente de exposición humana al cadmio es la alimentación, de ahí que sea considerado un riesgo alimentario.
¿Y por qué se encuentra el cadmio en las gambas?
Se encuentran niveles altos en marisco debido a que, en muchos casos, se consume el animal entero, incluyendo las vísceras, partes donde se concentra el cadmio.
En algunos países europeos, entre los que se encuentra España, se consume, además de la parte “blanca”, otras partes de los crustáceos como puede ser la cabeza de las gambas, langostinos, cigalas, etc. y el cuerpo de los crustáceos de tipo cangrejo, cuyos niveles de cadmio son altos, debido a que el cadmio se acumula principalmente en la parte del aparato digestivo de los crustáceos y se localiza en la cabeza.
En productos de origen vegetal, los mayores niveles se encuentran en algas, cacao, setas silvestres y semillas oleaginosas.
En cuanto a la exposición, destacar que el grupo de alimentos que más cadmio aporta a la ingesta total es el de cereales, no por contener un nivel alto, sino debido a que supone una parte muy importante de la dieta.
Los niveles más altos encontrados en alimentos se dan precisamente en despojos comestibles.
Por esta razón, la Dirección General de Sanidad y Protección de los Consumidores (DGSANCO) de la Comisión Europea ha publicado en su página web una nota informativa sobre “Cadmio en crustáceos”, instando a los Estados miembros donde hay un consumo elevado de este marisco entero a hacer recomendaciones de consumo debido al elevado contenido de este metal pesado en ciertas partes del animal.
Los consumidores de este tipo de productos deben ser conscientes de que el consumo de estas partes de los crustáceos puede conducir a una exposición inaceptable de cadmio, particularmente cuando el consumo es habitual.