Variotinto - Programa 8

El vino tinto huele a frutos rojos, negros ciruela y si tiene crianza a suaves tostados de barrica y algunas especias como coco, vainilla…mientras que el blanco desprende aromas a distintas frutas (de hueso o no), cítricos y flores, frente al rosado que contiene rosas, frambuesas, chuches y, finalmente, los espumosos, que recogen panadería, levaduras y frutos secos. ¿Pero de dónde proceden los aromas del vino? ¿Cuál es el agente capaz de generar las esencias de estas bebidas? Lo descubrimos en este programa con la ayuda de una pareja de médicos que han investigado las moléculas aromáticas del vino para poder discriminar sus centenares de olores.

¿Vale realmente una botella de vino 2.0000 o 30.000 o 60.000 euros? Si el mercado está dispuesto a pagar estas cantidades, entonces, sí lo vale, e incluso se subasta a precios en ocasiones desorbitados. Estuvimos en una casa de subastas para conocer las pasiones de los winlovers, que los llevan a adquirir míticas añadas y grandes botellas, seguramente no aptas para el consumo, pero sí para formar parte de la galería de sus colecciones vinícolas. Y de eso sabe un rato uno de los grandes prescriptores de España, especialista en el mercado y en los cada día más numerosos salones dedicados al mundo del vino.

Y fue en Madrid donde descubrimos a dos jóvenes castellano-manchegos, uno de Cuenca y otro de Ciudad Real, que han conquistado los paladares de los gourmets de la Ciudad del Oso y del Madroño con una cocina divertida, de autor y armonizada por los nuevos vinos de Castilla La Mancha. No obstante, ambos chefs ostentan los premios al Mejor Bocadillo de España y a la Mejor Croqueta, respectivamente. Dos grandes bocados ineludibles de la micrococina española, que han situado a nuestros fogones entre los más demandados por los “foodies” internacionales, que peregrinan hasta nuestro país para degustar la variada carta de las distintas regiones.

Naturalmente, no podían faltar en nuestro camino las obligadas visitas a las bodegas, en este caso de Toledo y Cuenca. Una gran exportadora de Campo de Criptana, frente a un viñerón de Corral de Almaguer que realiza unas elaboraciones obtenidas de un viejo viñedo de cencibel, pasando por una de las grandes apuestas de productores riojanos que vieron en La Mancha conquense el viñedo perfecto para sus pretensiones, con el enoturismo como plato fuerte de sus propuestas, de ahí nuestro paseo turísticos por el Albaicín de Criptana, tintado de añil y blanco que caracterizan sus peculiares edificaciones.