El conservador Barnier, nuevo primer ministro de Francia

El nuevo primer ministro francés, Michel Barnier, ha prometido este jueves escribir una nueva página "útil" para una Francia que atraviesa un "momento grave", y ha incluido entre las prioridades de su Gobierno varias de las lanzadas por la extrema derecha de Marine Le Pen, que será clave para su supervivencia. 

De ahí que, tras un traspaso de poder entre el primer ministro más joven, Gabriel Attal, de 35 años, y el mayor, un Michel Barnier de 73, este último ha mencionado como prioritarias varias cuestiones que preocupan desde la extrema derecha gala, como el "control" de la inmigración o la seguridad.

Barnier, dirigente conservador, ministro en varias ocasiones, ex comisario europeo y negociador del Brexit, tiene enfrente a la izquierda gala que ha calificado su nombramiento, en torno a dos meses después de las elecciones y tras varias candidaturas de distinto color político, como un "robo electoral" y la "negación de la democracia".

"El nombramiento de Michel Barnier, que aplicará una política macro-lepenista, es un insulto a la soberanía popular", lanzó la jefa de filas de la Asamblea Nacional de La Francia Insumisa (LFI), Mathilde Panot.

Desde el Nuevo Frente Popular se reprocha al presidente Emmanuel Macron no haber escuchado a los franceses en la designación de primer ministro, tras unas elecciones en las que esta formación política logró el mayor número de escaños, con el grueso del apoyo en las urnas a la formación de izquierda liderada por Jean-Luc Mélenchon, La Francia Insumisa.

Aparte de este rechazo frontal, Barnier tendrá ante sí el reto de gobernar con una Asamblea Nacional más fragmentada que nunca y en la que su partido, Los Republicanos, cuenta con 39 escaños de 577. 

Por su parte, la prensa francesa ha sacado a relucir unos comentarios nada elogiosos que Barnier ha venido dedicando desde 2017 a Macron, a quien ha acusado, entre otras cosas, de dirigir el país de manera "arrogante". 

Agencias