En Profundidad
Los lodos extraídos en aguas residenciales se pueden reutilizar como abono para la agricultura
Toledo genera 3.500 toneladas de lodo al año. Más de 9,5 toneladas al día. Tiene su origen en las aguas residuales de la actividad diaria de comercios, locales y viviendas después de ser tratadas en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR). Aquí, se depuran cinco millones de metros cúbicos de agua, el equivalente a 2.000 piscinas olímpicas al año o 5 al día, y esto solo en Toledo.
Las aguas tratadas de Toledo se vierten al río y una parte se consume en el riego de sus propias instalaciones. España tiene más de 8.000 municipios y las cantidades de lodo que se generan en todos ellos podrían tapar ciudades enteras. Europa obliga a depurar las aguas residuales antes de verterlas a ríos y mares, mientras que España deja la competencia en manos de los ayuntamientos. Pero, para los pequeños municipios construir, mejorar y mantener depuradoras es un coste económico inasumible porque el medioambiente es incuestionable.
Hace casi una década que se puso en marcha la depuradora Estiviel, que da servicio a la población de Toledo, a excepción del polígono, a Olías y Bargas. Una inversión de 24 millones de euros para dar servicio a 270.000 personas con un coste inicial que suma y sigue, porque convertir el agua sucia en limpia tiene un gasto energético muy alto que se trata de minimizar.
"El biogás que generamos en el proceso de digestión de los lodos los aprovechamos al 100% para generar energía de autoconsumo”.
En España el 80% de los lodos son deshidratados y enviados a la agricultura, mientras que el 20% restante acaba en un vertedero porque, entre otras cosas, no todos los lodos son iguales. Al igual que tampoco lo es la posibilidad de reutilizarlo.
Con una población residencial, sin zona industrial, en esta depuradora de Toledo los lodos se aprovechan íntegramente para la agricultura. No hay metales pesados que lo impidan y la superficie agrícola disponible para recibir esos lodos no ha alcanzado su máximo. Muchas depuradoras no pueden permitirse deshidratar el lodo porque incrementa el coste energético y muchos de esos lodos acaban en los vertederos sin uso y con un gasto de transporte adicional.
En los últimos siete años se sabe que las aguas residuales contienen fármacos, drogas ilegales, hormonas y productos de cuidado personal difíciles de tratar. Son los llamados contaminantes emergentes. La legislación no los contempla aunque se vigilan algunos fármacos presentes en las aguas residuales.
Mitigar los impactos de la actividad humana para mejorar el medioambiente es indiscutible. La legislación obliga y la investigación explora vías para reducir el coste económico, pero la asignatura pendiente siguen siendo esos pequeños municipios.
María José Izquierdo nos ofrece los mejores y más interesantes reportajes "En Profundidad" sobre la actualidad de nuestra región.