EN PROFUNDIDAD
De esta forma afecta el ruido a nuestras ciudades
El sonido forma parte de nuestro día a día. Hay sonidos amables, desagradables, otros que emocionan y ruidos que nos enervan. También hay sonidos que forman parte de la personalidad de un pueblo y forman parte de su patrimonio cultural.
En Cuenca, se ha celebrado el Congreso Nacional de Tecniacústica, donde se han compartido conocimientos y nuevas investigaciones; desde cómo aplicar el sonido a la medicina a cómo recuperar los que se han perdido en el tiempo.
Ruidos hay muchos, pero quizá no nos paramos a pensar en ellos. Los hay más amables, más desagradable e incluso algunos sin los que sería imposible entender una fiesta o que forman parte del ADN de la propia ciudad.
La directiva europea obliga a hacer mapas estratégicos de ruido para poder evaluar globalmente la exposición al ruido en una zona determinada. Son obligatorios en grandes urbes, ejes viarios o ferroviarios o aeropuertos
Sin embargo, cada vez son más los estudios que se hacen para conocer a qué suena una ciudad.
En la 54 edición del Congreso Nacional Tecniacústica, celebrado en Cuenca se ha hablado mucho de los mapas de ruido de las ciudades y se ha realizado un mapa de ruido de la capital conquense.
Para poder recoger los sonidos desde diferentes puntos, una empresa alemana utiliza unos micrófonos especiales que recogen hasta el más mínimo sonido. Y, como ejercicio, algunos participantes han recorrido el Casco Histórico con los ojos vendados para saber qué oyen y, sobre todo, qué les resulta más agradable.
En una ciudad abrazada por dos ríos como Cuenca, los sonidos de la naturaleza se mezclan con los del día a día. Voces, coches, el agua fluyendo…
"Caracterizar bien el ruido de las ciudades es el primer paso para que en el futuro las personas tengan una mejor condición de vida"
A cada persona le parecerá más o menos agradable un ruido u otro. Por eso, además de medir en decibelios, se coteja la opinión de los vecinos
Con estos mapas de ruido, cuando se proyecte la construcción de un edificio o incluso de un nuevo barrio se podría tener en cuenta todo ello. Siendo el objetivo final construir teniendo en cuenta el ruido que va a tener o a soportar e incluso, teniendo en cuenta el ruido existente, introducir elementos que puedan contribuir al que la gente esté más a gusto.
Sin embargo, hay sonidos estridentes que forman parte del patrimonio de una ciudad. En Cuenca, por ejemplo, la Semana Santa en turbas clarines y tambores retumban en toda la capital y, los expertos, coinciden en que hay que conservarlos.
Precisamente, también se ha hablado en Tecniacústica del ruido y la salud mental con una investigación pionera p orque la tecnología en el sector acústico ha avanzado tanto que incluso se puede medir la proyección de una voz. El objetivo es que estos avances, unidos, puedan ser un servicio vital.
María José Izquierdo nos ofrece los mejores y más interesantes reportajes "En Profundidad" sobre la actualidad de nuestra región.