Camino 2: Del camino de Cuenca y el levante

Cuenca capital, La Pesquera, Castillo de Garcimuñoz, Villagarcía del Llano, Ledaña o Casas de Benítez, son algunas de las localidades de este segundo camino de la Cultura del Vino que recorre VARIOTINTO por la ciudad de las Casas Colgadas y La Manchuela levantina, donde la uva bobal es la casta predominante y responsable final de unos vinos que los principales gurús de la crítica vinícola internacional se han rendido a sus pies.
Y es que no es para menos, ya que el “terroir” de esta zona, asentada entre las provincias de Cuenca y Albacete, sumado a las cepas viejas y prefiloxéricas existente en este viñedo, es ineludible para elaboraciones de calidad.

Arranca el camino en plena celebración de las fiestas de San Mateo, en la parte antigua de la ciudad conquense, con las peñas de jóvenes como principales protagonistas de la que es, sin duda, la celebración más popular de la capital. Asistimos a la elaboración de la gastronomía matea, participamos de sus tradiciones y nos interesamos por toda la cultura peñista que desarrollan estas queridas agrupaciones.

Y sin dejar Cuenca, rendimos homenaje a todos los hosteleros que ya no están en la figura de José López, “Pepe”, un nonagenario restaurador que todavía tiene ilusión y fuerzas para continuar en la brecha hostelera. Sin dejar la capital, hacemos una cata con el mejor sumiller de Castilla La Mancha en el Jardín de los Poetas, donde estuvimos también con dos hermanos raperos. 

Cultura del Vino que nos lleva hasta Castillo de Garcimuñoz, muy vinculado al poeta Jorge Manrique, y objeto de una moderna y surrealista restauración, que plaga de luz, color y formas su patio de armas. Cerca de esta localidad, encontramos La Pesquera, con una ruta dedicada a su hijo más conocido, El Manco de la Pesquera, que luchó en la residencia contra la dictadura en los años iniciales del franquismo.