Trump arrasa en la Convención Republicana, pero hoy es el día del candidato a vicepresidente

En unas horas comienza en Estados Unidos la tercera jornada de la Convención Nacional Republicana. El protagonismo lo acapara hoy el candidato a vicepresidente, James David Vance, senador de Ohio de 39 años, exmarine y católico, pero la hoja de ruta ya quedó marcada anoche: máxima unidad en torno a Donald Trump, un líder reforzado.

Con mirada fija y paso seguro, Donald Trump se afianza como líder incuestionable en una convención republicana que sube los decibelios políticos.

Aparte de todo, hacen lo necesario también para acabar con las fisuras que en 2022 eran evidentes y que, anoche, quedaron selladas. Ron de Santis retó al magnate en las primarias y ahora pide que sea el "Comandante en Jefe" que Estados Unidos necesita.

Trump se deja querer, también por Nikki Haley, la única que en algún momento pudo destronarlo y que hoy dice a los indecisos que no hay que estar de acuerdo al 100% con el candidato republicano para votar por él.

Cierre de filas y un discurso que se endurece. Se habla enemigos, de fronteras y de no dejar caer al país. Mientras, se espera la alocución del candidato a vicepresidente que ya recibe los dardos demócratas. 

Kamala Harris, actual vicepresidenta, identifica a J. D. Vance con la agenda más extrema y advierte que será leal a Trump, pero no a Estados Unidos. 

Entre tanto, en la calle continúa la "Trumpmanía" y la obsesión por la seguridad; tanto, que han abatido a un hombre que peleaba con otro cerca del recinto de la Convención Republicana.

Trump, más arropado que nunca, cerrará el cónclave republicano mañana sin que nadie, más allá de Babydog, el perro que irrumpía en el estrado para vaticinar su victoria en noviembre, parezca capaz de hacerle sombra. 

Análisis del intento de magnicidio de Trump

Según señala el profesor Juan Lujis Manfredi, de Relaciones Internacionales de la UCLM, lo primero a destacar son las diversas teorías "conspiranoicas" que se han publicado estos días en redes sociales y en otros soportes, en relación con el ataque contra el candidato republicano a la Presidencia, Donald Trump.

Otra cuestión que resalta, desde el punto de vista de la comunicación política, es que el intento de magnicidio y que sólo le haya quedado apenas un rasguño beneficia a la imagen y a la campaña de Trump, al que se le puede ver como fuerte, épico, mientras que el actual presidente y candidato demócrata, Joe Biden, aparece como demasiado anciano y dubitativo.

Éste es el análisis completo:

Otro complot para asesinar a Trump

Fuentes de las agencias de inteligencia estadounidenses han afirmado que se había detectado otro complot para asesinar a Donald Trump semanas antes del atentado del pasado sábado 14 de julio.

En este caso, la amenaza vendría de Irán y no tendría en principio ninguna relación con el ataque perpetrado contra Trump. Motivo por el que el Servicio Secreto había reforzado la seguridad del candidato presidencial y, aún así, sin embargo, el atacante consigue disparar contra el expresidente.

De ahí, que se haya abierto una investigación para esclarecer el papel del Servicio Secreto y los agentes de seguridad encargados de velar por el candidato republicano.

Irán ha negado ya en más de una ocasión tener ningún plan para acabar con la vida de Trump. 

“Rechazamos contundentemente cualquier implicación en el reciente ataque armado contra Trump o las alegaciones de que Irán tenía planes para llevar a cabo una acción similar”, ha dicho el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Nasser Kananí, en un comunicado. “Esas alegaciones tienen motivos y objetivos políticos maliciosos”, ha señalado.