La crisis política en Alemania amenaza con paralizar proyectos clave en Europa
Nadie duda de que la primera economía de la zona euro ostenta el liderazgo de facto de la Unión. Europa necesita un gobierno estable en Berlín. Pero también necesita a Ángela Merkel, percibida hasta ahora como la roca sólida con un proyecto europeo claro. Desde Berlín se dice que pase lo que pase, Alemania seguirá siendo un socio fiable.
Pero de entrada, tener un gobierno alemán en funciones retrasará proyectos clave como la unión bancaria o la política migratoria. Quedan en el aire un paquete de medidas que se iban a presentar en diciembre con el apoyo de Merkel y su homólogo francés, Emmanuel Macron. También son malas para el presidente francés que tras llamar a la canciller ha dicho que la situación actual es el peor de los escenarios para Europa.
El presidente de Alemania ha comenzado a reunirse con los líderes de los partidos políticos en un intento de desbloquear la situación. Merkel no quiere plantearse gobernar en minoría: "Nunca se debe decir nunca, pero soy muy escéptica y pienso que el mejor camino sería convocar nuevas elecciones", ha afirmado.
La canciller en funciones dice no tener miedo a las urnas. De momento, según las encuestas, entre un 45 y un 48% de los alemanes estarían a favor de repetir los comicios.