CRISIS EN FRANCIA
Cae el Gobierno más breve de la Quinta República francesa
El Ejecutivo del primer ministro, Michel Barnier, pierde la moción de censura en su contra gracias a la alianza del bloque de izquierda y de la extrema derecha.
Apenas tres meses después de haberse constituido, el Gobierno del moderado de derecha Michel Barnier colapsa. Y lo hace gracias a la alianza entre dos poderosos enemigos con peso en la Asamblea Nacional, opuestos en ideología política, pero unidos en su rechazo contra el actual Ejecutivo galo.
Con 331 votos, se necesitaban 289, ha perdido la moción de censura presentada por el bloque de izquierdas del Nuevo Frente Popular, liderado por La Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon, que ha salido adelante con el apoyo de la extrema derecha de Agrupación Nacional de Marine Le Pen, en lo que la líder gala ha apuntado como una alianza extraña que no le gusta, pero necesaria por las circunstancias.
Una vez perdida la primera moción de censura, ya no ha hecho falta debatir y votar la segunda.
Barnier que ha finalizado su discurso ante la Asamblea Nacional francesa, previo a la votación de la moción de censura de la izquierda, con las palabras: "Ha llegado el momento de la verdad" y "ha sido un honor ser primer ministro" se convierte así en el jefe de Ejecutivo más breve en Francia desde la Segunda Guerra Mundial.
Los presupuestos, en el origen de la crisis
En el corazón de la caída del gabinete galo se encuentra el rechazo, tanto de la izquierda como de la extrema derecha, de su propuesta de presupuestos.
Un plan presupuestario de la Seguridad Social para el próximo año que, para Barnier, es el que Francia necesita y por el que había recurrido al controvertido artículo 49.3 de la Constitución francesa para forzar su adopción ante la falta de apoyo parlamentario, lo que ha precipitado la reacción de la oposición en su contra.
Además, Barnier ha asegurado ante el Parlamento que el país "atraviesa una realidad" difícil en términos económicos "que no desaparecerá con una moción de censura", ni con su destitución.
La Francia Insumisa ha acusado a Barnier de no negociar con el Nuevo Frente Popular las reformas presupuestarias y que sí planteó alguna concesión, "pero con la extrema derecha", le han acusado.
En esta línea, desde el partido socialista se ha lamentado que para el primer ministro se haya vuelto "más apropiado discutir con la extrema derecha que con la izquierda", fruto de lo que ha considerado una "traición" al 'frente republicano' que tradicionalmente ha dejado fuera de cualquier cálculo al partido fundado en su día por Jean Marie Le Pen.
Por su parte, Marine Le Pen ha recriminado a Barnier su "sectarismo" y "dogmatismo", en un discurso en el que ha asegurado que el Gobierno y el presidente, Emmanuel Macron, han elaborado unas cuentas públicas que castigan a la clase media y trabajadora, entre otras cosas con subidas de impuestos y sin tocar la inmigración.
Agencias/CMM