Villarejo declara sobre sus contactos con Rajoy y Cospedal por el caso Kitchen

Susana Palomo Gómez
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El excomisario José Villarejo ha vuelto a declarar este viernes ante el juez del caso Kitchen. El comisario jubilado ha insistido en que se mensajeó con el ex presidente del Gobierno Mariano Rajoy sobre el presunto espionaje al ex tesorero del PP Luis Bárcenas, implicando también a otros miembros de su Ejecutivo, como María Dolores de Cospedal, Jorge Fernández Díaz y Soraya Sáenz de Santamaría, de la que ha dicho que tenía copia de la documentación intervenida a Bárcenas.

Villarejo ha ratificado de esta forma gran parte de lo ya declarado ante la comisión de investigación del Congreso de los Diputados y en un escrito enviado al magistrado Manuel García-Castellón esta misma semana, donde avanzaba el relato que le haría sobre el operativo parapolicial que se habría montado en 2013 desde el Ministerio de Interior para espiar a Bárcenas y su entorno con el objetivo de sustraer la información comprometedora que pudieran tener del PP y sus dirigentes.

El policía ha reiterado que comenzó a trabajar para la 'Kitchen' porque así se lo pidieron desde el Ministerio de Interior, apuntando esta vez a toda al cadena de mando: Fernández Díaz; el ex secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez; el ex director general de la Policía Ignacio Cosidó; y la Dirección Adjunta Operativa (DAO).

Y con un encargo concreto, que hiciera labores de inteligencia sobre Bárcenas y su entorno, las cuales se llegaron a extender a una casa de la madre del ex tesorero, para localizar el material que guardaba y que podía comprometer al PP o al Estado. Para ello, ha indicado que convenció al chofer de la familia Bárcenas para que les espiara.

Habituales con el Gobierno

De acuerdo con su versión, Rajoy no era la única persona a la que reportaba. Ha dicho que hablaba también con algún enlace que le enviaba la entonces vicepresidenta del Gobierno. Le consta, ha aseverado, que Sáenz de Santamaría tenía copia de los papeles sustraídos del estudio de restauración de arte que la mujer de Bárcenas, Rosalía Iglesias, tenía en la madrileña calle de General Díaz-Porlier, una operación cuya existencia ha respaldado.

Otro de sus principales contactos, ha añadido, era la ex secretaria general del PP y ex ministra de Defensa. Al igual que hicieran ella y su marido, Ignacio López del Hierro, en sus comparecencias judiciales, Villarejo ha contado que el esposo les presentó y que se reunió con Cospedal en la sede de Génova, a donde accedía por el garaje tras ser recogido en coche oficial en las inmediaciones, así como en el Ministerio de Defensa y en restaurantes de Marbella.

Sobre Cospedal, ha especificado que le presentaron como un antiguo agente que conocía a todo el mundo, pero que nunca hubo un encargo concreto y nunca le pagaron nada. A veces Cospedal salía del despacho --no ha concretado cuál-- y comentaba con Rajoy, ha ilutrado. Otras, transmitía a Villarejo que el presidente del Gobierno estaba muy preocupado. Cree que, cuando departía con ella, lo hacía más como Gobierno que como PP. Era información judicializada, ha afirmado.

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