¿Qué es la tasa Google? Apoyo en el Congreso al impuesto sobre servicios digitales

Google llega a Ciudad Real

Elena Garcia Fermosel
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El nuevo impuesto sobre determinados servicios digitales, la conocida como 'tasa Google' seguirá su tramitación parlamentaria después de que Esquerra Republicana, Junts y el PNV hayan apoyado al PSOE y Unidas Podemos para tramitar en el Congreso el Impuesto sobre determinados servicios digitales, la conocida como 'Tasa Google', en contra de las enmiendas a la totalidad presentadas por PP, Vox y Ciudadanos que buscaban tumbar la propuesta del Gobierno.

En su defensa de la iniciativa, la ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, ha señalado que la arquitectura tributaria "está pensada para la economía de hace veinte años" y que, ante la economía digital "no se ha construido una fiscalidad acorde", ya que los negocios tradicionales pagan proprocionalmente un mayor volumen de impuestos, una situación que ha reclamado cambiar con nuevas figuras fiscales.

Al mismo tiempo, ha defendido la necesidad de mejorar la recaudación fiscal, ante un nivel de ingresos siete puntos por debajo de la media europea -España es el sexto país con menos ingresos respecto al PIB, ha dicho-, asegurar servicios públicos de calidad y mejorar la progresividad del sistema tributario. En este sentido, ha pedido "pedagogía impositiva" y "no engañar a los ciudadanos" ante una reforma fiscal, para "reconocer sin tapujos que sin un sistema fiscal justo, no hay sanidad, ni educación ni prestaciones sociales".

Enmiendas de PP, Vox y Ciudadanos

El Pleno del Congreso ha debatido estas tres peticiones de devolución que coinciden en que un impuesto digital debe ser global y consensuado a nivel internacional o europeo, aunque PP y VOX rechazan rotundamente cualquier subida impositiva.

En esta comisión se han debatido las más de 90 enmiendas parciales que se han registrado al impuesto y que proceden no sólo del PP, VOX y Ciudadanos, sino también de otras formaciones como JxCAT o BNG, que urgen modificar este gravamen en cuanto a la sanciones impuestas por incumplimiento o sobre la posibilidad de que se produzca una doble imposición en las empresas.

¿Qué es la tasa Google?

La tasa Google pretende gravar con un 3 % los ingresos que las grandes tecnológicas obtengan de los servicios de publicidad dirigida en línea, servicios de intermediación en línea y venta de datos obtenidos a partir de información proporcionada por el usuario y quedarían excluidos los intercambios entre usuarios y el comercio electrónico minorista, cuando no actúe como intermediario.

El impuesto afectaría a las empresas que facturen más de 750 millones de euros en el mundo y 3 millones en España, y el Ejecutivo había previsto una recaudación inicial de unos 1.200 millones de euros que posteriormente rebajó a unos 968 euros antes de la pandemia, debido a una cierta ralentización de la economía, por lo que tras la COVID-19 dicha recaudación podría ser aún menor.

La recaudación es precisamente la duda que previsiblemente mostrará la mayoría de los partidos políticos toda vez que se avecina una recesión económica y tras el aviso de algunos expertos de que si el impuesto es europeo sus ingresos irían a parar a las arcas del presupuesto de la UE y no a las de cada Estado integrante.

No obstante, Hacienda ya ha previsto dejar en suspenso la liquidación de este impuesto hasta al menos el 20 de diciembre de este año, con el objetivo de dar "margen" a la adaptación de las empresas y a un posible impuesto digital global.

La petición del PP y Ciudadanos es que la entrada en vigor de la tasa se retrase al 1 de enero de 2021 y sea al menos europea, al tiempo que alertan de posibles represalias por parte de EEUU a España si fuera unilateral.

La enmienda de devolución del PP argumenta que "las medidas fiscales deben ir por bajadas y no subidas", mientras que VOX señala que este impuesto supone una "clara distorsión del mercado europeo y "falsearía" la competencia.

También coincide con Ciudadanos en que la tasa perjudicaría a las pymes ante un incremento de los costes para adaptarse al impuesto, lo que repercutiría en el consumidor final.

Para los tres partidos se produce una doble imposición a las empresas que ya pagan en el Impuesto de Sociedades por sus beneficios y la tasa digital también le reduciría estos márgenes, que cifran en una pérdida de mas de 500 millones anuales. EFE

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