DENUNCIAS

Miedo, vergüenza, temor a no ser creída: ¿Por qué no se denuncia la violencia sexual?

Cada día se denuncian en España 14 violaciones y 55 delitos contra la libertad sexual, según datos del Ministerio del Interior, pero existe un gran nivel de infradenuncia.

Miedo, vergüenza, temor a no ser creída: ¿Por qué no se denuncia la violencia sexual?Europa Press

Redacción CMM
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El miedo a no ser creídas, el temor al agresor, la vergüenza, el restar importancia a la agresión, la culpa e incluso el no querer pasar por un procedimiento judicial revictimizante son algunas de las causas que llevan a las víctimas de violencia sexual a no denunciar. 

Cada día se denuncian en España 14 violaciones y 55 delitos contra la libertad sexual, según datos del Ministerio del Interior relativos al primer semestre de 2024. Sin embargo, existe un gran nivel de infradenuncia de violencia sexual

Según la última Macroencuesta de Violencia contra la Mujer, el 13,7 % de las mujeres de 16 años o más ha sufrido violencia sexual en España. Tan solo el 8 % de las víctimas que padecieron violencia sexual fuera de la pareja la denunció.

Las víctimas de este tipo de agresiones explican que en muchos casos no han denunciado por vergüenza, por restar importancia a lo ocurrido o por el temor a no ser creídas. En muchos casos, la agresión se cometió cuando eran menores o se perpetró en tiempos en los que todavía "no se hablaban de estas cosas". 

Miedo a no ser creídas o a ser señaladas como culpables

La psicoterapeuta especializada en trauma Chelo Álvarez, secretaria de la Asociación de Psicología y Psicoterapia Feminista, explica que las víctimas tienen "mucho miedo a que no las crean". Además, "presentan un sentimiento de culpa importante, 'qué van a pensar de mí, quizá lo pude parar y no supe hacerlo, me van a señalar como culpable'. Que te persigan y te culpabilicen te hunde en la más absoluta de las miserias, y además, por desgracia, no se las suele creer", lamenta.

La magistrada y exdelegada del Gobierno contra la Violencia de Género Victoria Rosell incide en que las instituciones deben pensar en ese miedo de las víctimas, "que tiene mucho que ver con no confiar en que te vayan a proteger".

"Sigues teniendo miedo al agresor, pero tienes más miedo a las consecuencias de tu denuncia que lo que te pueda hacer el agresor y eso nos interpela a las instituciones, que no estamos dando una respuesta suficientemente protectora y reparadora", asevera Rosell.

"Es muy importante que las víctimas sepan que el Estado las cree y les puede brindar una protección distinta de la penal sin denuncia, si todavía no están listas. Las mujeres que acudan a los servicios especializados van a estar más preparadas para denunciar", sostiene.

Las expertas precisan que cuando el agresor sexual es un hombre poderoso, las víctimas lo tienen aún más difícil para dar el paso.

"Si la denuncia te va a cerrar aún más puertas o sabes que el agresor te puede fastidiar la vida aún más de lo que lo ha hecho con la agresión sexual, las mujeres no somos tontas, calibramos los pasos que damos, tenemos en cuenta el escenario. Con los hombres poderosos es mucho más difícil, una piedra más en el camino: en la empresa, en los medios de comunicación, en la política...".

Respetar siempre los tiempos y las decisiones 

La psicoterapeuta incide en que hay que respetar siempre las decisiones y los tiempos de las víctimas, tanto si quieren contarlo como si no, tanto si quieren denunciarlo como si no, y subraya la importancia de que existan servicios especializados a los que puedan acudir.

La Macroencuesta precisa que el 39,9 % de las víctimas de violencia sexual contó lo sucedido a una amiga; el 28,3 %, a su madre; el 15,2 %, a su padre y el 14 %, a su hermana. Una de cada cuatro (26,6 %) no se lo contó a nadie.

Solo el 42,9 % de los padres, el 37,9 % de las madres, el 30,5 % de las parejas y el 20,1 % de las amigas aconsejaron a la víctima denunciar.

La gran mayoría de las víctimas de violencia sexual no buscó ayuda formal tras lo sucedido. 

EFE