Los mayores son los más vulnerables ante el calor extremo
El calor extremo que se ha registrado en julio en España ha provocado la muerte de 1.913 personas, según las estimaciones del Instituto de Salud Carlos III. Los datos (recogidos entre el 1 y 26 de julio) muestran que esta cantidad multiplica por 4 el número de fallecidos en comparación con las mismas fechas del pasado año.
Del total de fallecidos, el Instituto de Salud Carlos III estima que 1.229 tenían más de 85 años, otros 434 estaban en el rango de edad entre 75 y 84, y 161 entre 65 y 74 años y hasta 76 personas de entre 45 y 64 años perdieron la vida por calor. Es decir, las altas temperaturas afectan especialmente a nuestros mayores.
Los mayores, los más vulnerables
Es muy importante que las personas que se encargan del cuidado de los mayores les mantengan hidratados, con el fin de reducir los problemas relacionados con una ingesta deficiente de agua y estimularles para conseguir mantener la ingesta mínima diaria.
Las personas mayores presentan una deficiencia alta en los niveles de agua ya que al envejecer va disminuyendo la proporción de agua en el organismo.
Normalmente tienen una menor ingesta de líquidos, por una disminución de la percepción de sed, consumo de fármacos, como diuréticos o problemas de movilidad, entre otros.
Esto hace de ellas personas especialmente susceptibles frente a la deshidratación, especialmente en la época estival, donde aumentan las necesidades de hidratación para todo el mundo ya que el calor, la humedad o la actividad, hace que se produzcan grandes pérdidas, especialmente a través del sudor.
Asimismo, también se ha observado un mayor peligro de padecer deshidratación en los pacientes mayores que consumen tratamiento crónico con diuréticos y metformina.
Beber dos litros al día
Se aconseja que las personas mayores beban entre uno y medio y dos litros de líquido al día en forma de agua, zumo e infusiones. El umbral de sed es más alto, lo que supone tener más pérdidas de líquido para sentir la sensación de sed.
Es por ello que en personas dependientes y con deterioro cognitivo se recomienda estar especialmente atentos, ofreciéndoles líquidos de forma regular, sin esperar a que ellos la pidan, en pequeñas cantidades. Además de los líquidos, ciertos alimentos con alto porcentaje en agua pueden ayudar a mantener un buen nivel de hidratación, como frutas y verduras.