Greenpeace pide cerrar el millón de pozos ilegales en toda España
La sequía no ayuda precisamente a prevenir los incendios forestales, y la falta de agua, según los ecologistas, ha venido para quedarse. Greenpeace insiste en que no es sólo un problema de embalses vacíos, aunque recuerda que el fin del trasvase Tajo -Segura es posible. Pero reclama una mejor gestión del agua y pone de ejemplo el millón de pozos ilegales que hay en toda España también aquí, en la región.
Las Tablas de Daimiel, apenas encharcadas, son un ejemplo, un mal ejemplo de gestión del agua, según Greenpeace. Pero la sobreexplotación del acuífero 23 con pozos ilegales es una situación que se repite en muchos puntos de España hasta alcanzar esa cifra del millón. Sólo con la mitad de esos pozos se podrían evitar los problemas de abastecimiento de 58 millones de personas y son cálculos del ministerio de Agricultura.
Y no ayuda que se cambie el cultivo de secano por el de regadío. Tampoco los grandes proyectos urbanísticos como la playa artificial de Alovera. No se puede sacar agua de donde no lo hay por ejemplo de la cabecera del Tajo, por eso Greenpeace insiste en que podría cerrarse en tres años sin dañar al Levante. El agua que no sale de aquí tendría que salir del subsuelo o de las desaladoras.