FOMO o el miedo a perderse algo

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Tania Franco Rodríguez
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Las redes sociales han penetrado completamente en nuestra vida, hasta tal punto que ha aparecido un nuevo fenómeno conocido como FOMO (fear of missing out) o en castellano, miedo a perderse algo. Según el Estudio Anual de Redes Sociales 2019, un 85% de los internautas de entre 16-65 años utilizan redes sociales, lo que supone que más de 25,5 millones de usuarios en nuestro país.  Por lo tanto, tan solo una persona de cada diez no usa ningún tipo de red social.

El FOMO, según la psicóloga Judith Viudes , es tener que decir sí a todos los planes que surjan aunque no apetezca y mostrar al mundo lo interesante que puede llegar a ser nuestra vida en comparación con la de los demás. "Es esconderse detrás de una fachada repleta de selfies, fiestas o viajes. Es estar siempre rodeados de amigos, comidas sanas y ricas, triunfos académicos o deportivos, un amor romántico y perfecto"..., asegura esta especialista.

¿Por qué ocurre?

Surge con la necesidad constante de estar conectados para saber qué hacen los demás y "no perderse nada". Esto puede producir, incluso, malestar, por ejemplo, irritabilidad en la persona que lo experimenta. Además, estas personas suelen tener un excesivo uso del móvil. También, es posible que tengan una mayor dificultad en las relaciones interpersonales como conflictos, acoso o baja autoestima, con grupos sociales de referencia, lo que les hace focalizarse en lo "online".

¿Qué síntomas puede llegar a tener?

Se genera un estado de estrés continuo por querer cumplir con todo, de tal forma que la ansiedad aparece como uno de los síntomas principales. También puede repercutir directamente en la autoestima, puesto que se está intentando aparentar una vida que en realidad no es la que llevamos. Esto se traduce en problemas de frustración e inferioridad al compararse continuamente con los demás, explica la psicóloga Judith Viudes.

El JOMO como respuesta al FOMO

En contraposición aperece el JOMO (Joy os missing out) o placer de perderse las cosas. Es poder negar un plan que te proponen porque no te apetece. Es dejar de aparentar para ser; y eso influye directamente en el bienestar emocional y psicológico.

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