Una encuesta revela que 7 de cada 10 enfermeras han trabajado sin protección
Siete de cada diez enfermeras aseguran haber trabajado sin equipos de protección frente a la pandemia y la mayoría suspende la gestión del Gobierno y de las comunidades autónomas en esta crisis sanitaria, según una encuesta realizada a más de 11.000 de estos profesionales.
Estos son algunos de los datos que se constatan en el estudio "Impacto del COVID-19 en la profesión enfermera", consecuencia de esta encuesta que ya en un primer avance reveló que más de 70.000 enfermeras han tenido síntomas compatibles con el coronavirus y el 30 % de las que han podido hacerse la prueba (al 23 % del total) ha dado positivo. El 5% incluso ha tenido que trabajar con síntomas.
La escasez de recursos podría explicar, según esta encuesta del Consejo General de Enfermería, "el altísimo volumen de sanitarios contagiados en nuestro país".
Pero es más, a pesar del tiempo transcurrido desde el inicio de la pandemia, el 72,1 % considera que las profesionales trabajan con poco o ningún material de protección.
¿Y que es lo que les falta a las enfermeras?. Según dice el 74 % de los encuestados, en su unidad no ha habido mascarillas; el 55% mantiene que faltan monos o trajes completos y la mitad afirma que no tiene a su disposición una simple bata. Siete de cada diez piensan que se ha trabajado sin protección.
Por comunidades autónomas, Extremadura, Andalucía, Aragón y Castilla-La Mancha son las que mayores carencias de equipos de protección han sufrido, según la opinión de las enfermeras.
Según los datos oficiales, un total de 31.788 profesionales sanitarios (15,57% del total de casos positivos) -datos a 21 de abril- han resultado infectados desde el inicio de la pandemia.
Sin embargo, extrapolando las respuestas de la encuesta de la Organización Colegial de Enfermería, casi 74.000 enfermeras, tal y como señalaba el pasado día 14 un primer avance de esta encuesta, han presentado síntomas compatibles con el coronavirus, aunque no han sido confirmados sus diagnostico por la ausencia de test.
Cantabria, La Rioja, Madrid y Cataluña son las comunidades donde más profesionales dicen haberse sometido a la prueba.
Madrid (47,9 % de los casos), Castilla-La Mancha (40,1 %) y Cataluña (31,1 %) son las comunidades con mayores porcentajes de enfermeras potencialmente infectadas por presentar síntomas que identifican con la enfermedad.
Si se tienen en cuenta sólo los casos que se han realizado el test y el resultado ha sido positivo, las comunidades con mayor incidencia serían Castilla-La Mancha (60,4 % ), y Madrid (53,7%) en las que más enfermeras y enfermeros han dado positivo en las pruebas.
Cuando se les pregunta a estos profesionales cuál ha podido ser el motivo de la infección, el 85 % contesta que ha sido por su trabajo asistencial, concretamente por la falta de equipo de trabajo o material inadecuado (37 %); el cuidado de pacientes que aún no habían sido diagnosticados (42 %); y el 6,2 % por contagio entre compañeros.
Pero además más del 76 % de las enfermeras considera que no han recibido formación específica para atender a los pacientes, y ocho de cada diez se han visto afectadas desde el punto de vista psicológico.
Por todo ello, califican, en una escala de 0 a 10, con una nota de un 3,3 y una media de 3,9 la actuación del Gobierno y las comunidades autónomas en esta crisis sanitaria, respectivamente.
EFE