La autopsia de la niña que apareció muerta en Málaga cambia el rumbo de la investigación

Los resultados de la autopsia de Lucía, la niña que apareció muerta junto a la vía del tren en Málaga, demuestran que algunos de los indicios que había en relación con el caso estaban equivocados. Al no presentar heridas en las piernas y los pies, se descarta la hipótesis de que anduviera más de tres kilómetros descalza junto a la vía del tren, tal y como se apuntaba al principio de la investigación. Lucía tenía restos de grasa en sus piernas. La Guardia Civil examina si pudiera pertenecer a alguno de los trenes que circulan por la vía en la que fue encontrado el cadáver.

Las primeras investigaciones apuntaban a que la niña se había parado a descansar junto a la vía y un tren la podía haber golpeado en la cabeza. Las cámaras de la estación de Pizarra, donde desapareció, grabaron a Lucía andando sola en las inmediaciones del restaurante en el que cenaban sus padres. El informe preliminar desvela que la causa del fallecimiento fue un traumatismo craneoencefálico severo.

Lucía Vivar fue enterrada en su pueblo, menos de 48 horas después de su desaparición. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha pedido "prudencia" y que "no se aventuren conjeturas" sobre las causas del fallecimiento de la menor hasta que concluyan las investigaciones de la Guardia Civil.

Se ha tomado declaración, en calidad de testigos, a los padres de la pequeña, Antonio Vivar y Almudena Hidalgo, quienes la perdieron de vista en torno a las 23.20 horas del pasado 27 de julio cuando jugaba con sus primos en la terraza de un restaurante en la explanada de la estación de tren de Pizarra.