TAJO

Detectan en Toledo valores de amonio en el Tajo 50 veces más altos de los permitidos por ley

Según un estudio de la Cátedra del Tajo, las espumas que vemos en el río son por una mayor contaminación y vertidos urbanos que proceden de Madrid

Susana Palomo Gómez
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Hasta 50 veces más altos de lo máximo permitido por la ley están algunos niveles de contaminación del  Tajo a su paso por Toledo.  Así lo ha señalado la Cátedra del Tajo en un nuevo informe, mucho más detallado, sobre las causas de la de contaminación del río. 

De hecho, apuntan a que el río está tan contaminado que cualquier vertido provoca las espumas que vemos tan a menudo y que se deben a que el agua que baja de Madrid está en mal estado. 

Según los expertos, los vertidos del Jarama y la contaminación industrial y urbana son las que repercuten en la salud de un río, que está condicionado todavía más por los caudales del trasvase. 

Vertidos y ni un aporte de agua limpia

La solución, insisten desde la Cátedra del Tajo, es cortar la fuente contaminante. Ya se ha hecho con autorizaciones de vertido más estrictas desde la Confederación Hidrográfica del Tajo.

Además la Cátedra confía en que las inversiones previstas en el Plan Hidrológico del Tajo para la depuración de aguas se hagan efectivas y ayuden a resolver pronto el problema. 

Dos años y medio de estudio, el análisis de más de 2.300.000 datos y la consulta a expertos ha llevado a la Cátedra del Tajo de la UCLM-Soliss a concluir que las espumas en el río se producen por una mayor contaminación y vertidos de origen urbano.

Los expertos han localizado 34 episodios de espumas producidos entre los años 2016 y 2021, de los cuales solo hay 20 con información disponible de contaminación, y que por término medio y mediano las concentraciones de amonio y fosfatos en el Tajo en Toledo esos días son significativamente mayores.

El estudio ha arrojado datos como que de las aguas que llegan limpias de la cabecera solo el 4 % son vertidos en el Tajo, pero en lo que discurre en el Jarama el 64 % del agua serían vertidos y en Toledo el 65 % son vertidos.

Además, entre Aranjuez y Toledo el río no recibe aportaciones de aguas limpias de los arroyos adyacentes y la concentración de nitratos aumenta y, por tanto, hay fuentes intermedias de contaminación que no son el Jarama

Las reservas de la cabecera siguen bajando

Precisamente este martes hemos conocido la reserva de los pantanos de Entrepeñas y Buendía. La cabecera del Tajo ha perdido en la última semana 9,48 hectómetros cúbicos y acumulan 1.163,12 hectómetros, lo que supone el 46,19 por ciento de su capacidad total de embalse, que alcanza los 2.518 hectómetros cúbicos.

Según los datos de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), a fecha de 17 de junio de 2024, el embalse de Buendía acumula 619,48 hectómetros cúbicos de agua, 2,29 hectómetros menos que la semana pasada, lo que supone el 36,33 por ciento de su capacidad total, que es de 1.705 hectómetros cúbicos.

Asimismo, la reserva de agua en el pantano de Entrepeñas ha restado 7,19 hectómetros cúbicos en los últimos siete días, de forma que almacena 543,64 hectómetros, el 66,86 % de su capacidad total, que se sitúa en 813 hectómetros cúbicos.

Hace un año por estas fechas, los pantanos de la cabecera del Tajo almacenaban 636,11 hectómetros cúbicos, el 25,26 por ciento de su capacidad de embalse.

En su totalidad, los pantanos de la cuenca hidrográfica del Tajo almacenan esta semana 8.494,03 hectómetros cúbicos de agua, 18,36 menos que la pasada semana, que suponen el 76,86 % de la capacidad total de embalse, que es de 11.051 hectómetros cúbicos