Segundo aniversario del asesinato de Marina y Laura, con la vista puesta en el juicio

El 6 de agosto de 2015, Marina Okarinska y su amiga Laura del Hoyo desaparecieron. La noticia no se conoció hasta el día siguiente cuando las familias pidieron la colaboración ciudadana para su localización. Comenzó entonces una búsqueda que no daría sus frutos hasta seis días después con el hallazgo de los cadáveres.

La investigación del doble crimen apuntó desde un primer momento a Sergio Morate, ex compañero sentimental de Marina.

Este año no hay actos oficiales en recuerdo de las dos jóvenes, por lo que sus familias vivirán el aniversario en la intimidad. Pero sobre todo, con el objetivo en el futuro inmediato de que la sentencia del juicio sea "ejemplar y justa".

Según confesó el presunto asesino cuando fue detenido, tenía planeado el asesinato de Marina, a la que asfixió en su casa con unas bridas de plástico. Lo que no tenía previsto, era la aparición de Laura, quién llamó al piso de su amiga cuando Morate todavía no había escapado. Por ese motivo, siempre según la versión del acusado, decidió matarla para evitar que le descubrieran. Con una frialdad pasmosa, describió como cenaba mientras los cadáveres de sus víctimas estaban en el maletero de su coche, un Seat Ibiza rojo, antes de decidir qué iba a hacer con ellas. Luego, escondió los cadáveres y pocas horas después huyó a Rumanía.

Los cuerpos de las dos chicas se encontraron una semana después, en una poza al lado del río Huécar, semienterradas en cal viva. La Policía sospechó de la ex pareja de Marina y le detuvo al día siguiente, cuando salía de la casa en la que se encontraba hospedado en Timisoara (Rumanía).

Sergio Morate ha permanecido en prisión durante estos dos años a la espera del juicio con jurado popular, que se celebrará el día 23 de octubre, 2 años y casi 4 meses después del crimen.  La Fiscalía pide 48 años de prisión para Morate.