La leche no me sienta bien, ¿soy intolerante a la lactosa?

Cada vez más gente toma el café sin leche porque son intolerantes a la lactosa. De hecho, la mayor parte de la población mundial es intolerante, en España alrededor del 60%.  Hay que tener claro que la intolerancia a la lactosa y las alergias a la leche son muy diferentes. Mientras que en el primer caso las consecuencias pueden ser molestas, en el segundo caso una reacción alérgica grave a la leche puede poner en peligro la vida.

Los lácteos son uno de los alimentos presentes en nuestra dieta. Algunos consumimos a diario yogures, batidos, quesos, leche... los datos hablan de cada español bebe 70 litros de leche al año, pero no a todos sienta bien. 

En Radio Castilla-La Mancha, en el espacio dedicado a la salud, Natalia de la Rosa, nutricionista de HM IMI Toledo ha explicado cuáles son los síntomas con los que se manifiesta la intolerancia a la lactosa. 

"Normalmente cuando el paciente nos dice que al ratito de tomar leche tiene diarrea explosiva, muchos gases, hinchazón, náuseas, vómitos, podemos sospechar de intolerancia. Podemos hacer la prueba eliminando o disminuyendo mucho la lactosa para ver si el paciente mejora".

Seguramente ese malestar se explique por la ingesta de estos lácteos, ha explicado de la Rosa. Para confirmarlo hay pruebas no invasivas y sencillas que se pueden hacer, como los test de aliento.

Cuál es la causa

Hay gente incluso que toma leche por la mañana y le sienta bien y por la tarde en cambio no es así. En estos casos también se puede ser intolerante pero en un grado menor. 

¿Por qué se producen esas reacciones del cuerpo? La especialistas ha explicado que esa reacción la produce el azúcar de la leche no se digiere bien en el intestino y entre media hora y dos horas de tomar ese lácteos se generan esos gases, hinchazón abdominal, distensión... Hay gente incluso que le da estreñimiento o vómito, pero sobre todo diarrea. 

Beneficios de los lácteos

Pero los lácteos también pueden ser beneficiosos para nuestra salud. Esta especialista asegura que los lácteos se pueden introducir en una alimentación saludable. 

"Tienen vitaminas del grupo B, vitamina D, calcio, proteínas. Si se incluyen se aconsejan entre una y dos raciones al día, pero no son necesarios. Existe el mito de que sin lácteos no os puede faltar calcio, pero no es así. Podemos encontrar calcio en otros alimentos, como pueden ser las bebidas vegetales enriquecidas en calcio, las sardinas y los boquerones con su espinita, las legumbres, las almendras y lo ideal es que los lácteos no sean desnatado ni 0%".

¿Por qué? Explica que a los desnatada se le quita toda la grasa y con ella todas las vitaminas liposolubles, por lo que los hace mucho menos interesantes nutricionalmente. En el caso de los yogures, lo ideal es que sean naturales ni enlatados, ni edulcorados ni azucarados.

Desnatada, semi o entera

En cuanto a las diferencias entre con y sin lactosa, para de la Rosa la diferencia está entre si eres una persona sana, que podrás tomar con y sin lactosa o diabética que solo podrás consumir esta última, por el tema de los azúcares. 

En cuanto a si elegir  desnatada, semi o entera, cree que la desnatado del todo no tiene mucho sentido porque "le quitaríamos toda la grasa del lácteo y con ello todas las vitaminas. La leche desnatada o el lácteo desnatado tiene muy poco valor nutricional. Además de menos sabor y menos saciante".

En conclusión, para los humanos los lácteos no son necesarios. De hecho, la mayor parte de la población mundial no los puede tomar por esa intolerancia. Existen otros alimentos donde encontrar ese  calcio que necesitamos que se encuentra también en las espinitas de los pescados, legumbres, algas, semillas de sésamo... Para de la Rosa,  "es mucho más importante tener un buen estatus de vitamina D para absorber ese calcio".