GUADALAJARA

Investigados un cazador y un taxidermista por furtivismo en un coto de Alustante

Podrían recibir una sanción de hasta 60.000 euros

El Seprona realiza varias actuaciones 
contra el furtivismo y la caza ilegal en la 
comarca de Molina de Aragón

El Seprona realiza varias actuaciones contra el furtivismo y la caza ilegal en la comarca de Molina de AragónGuardia Civil

Redacción CMM
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La Guardia Civil de Guadalajara investiga a dos cazadores furtivos de Alustante como supuestos autores de un delito de caza ilegal y otro de falsificación de precintos oficiales. Los agentes cotejaron el ADN de varias piezas de caza abatidas y que fueron llevados a un local de taxidermia que también está siendo investigado por diversas infracciones administrativas. Los furtivos podrían recibir una sanción de hasta 60.000 euros

El pasado mes de septiembre, aprovechando la época de berrea, cuando los grandes machos están más expuestos, se habrían producido estos episodios de furtivismo en un coto cinegético de la localidad de Alustante.

Concretamente, habrían aparecido cuatro ciervos y un gamo abatidos ilegalmente por la noche, sin autorización del titular del coto y cuyas cabezas habían sido cercenadas para trofeos, ha informado la Guardia Civil en nota de prensa.

Como parte fundamental de la investigación llevada a cabo por el Seprona, los agentes procedieron a la extracción de las piezas abatidas para su posterior remisión al laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil en Madrid, donde se llevó a cabo su cotejo de ADN, cuyos resultados han servido para fundamentar la investigación.

Inspecciones que les llevaron hasta un establecimiento de taxidermia, a donde se remitían cabezas de piezas abatidas y que ha sido denunciado por numerosas infracciones en relación a la documentación de los trofeos.

El Seprona de Orea, igualmente, el pasado día 12 de enero, llevó a cabo una inspección en una actividad cinegética en la localidad de Zaorejas, donde se constataron graves deficiencias en relación a la legislación sanitaria que contempla el manejo, evisceramiento y tratamiento de las piezas de caza abatidas.

Los agentes pudieron observar como los animales muertos eran eviscerados en el suelo, sin ningún tipo de protección, ni lugar acondicionado, quedando sus despojos y tripas esparcidos por el propio suelo. Tales conductas serán puestas en conocimiento de la autoridad administrativa competente para su sanción.

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