SENTENCIA

16 años de prisión para la mujer que mató a su amigo discapacitado en Alcázar de San Juan

Tras golpearle y dejarle inconsciente, se apoderó del televisor de la víctima para tratar de venderlo en un domicilio cercano. Los vecinos alertaron a la policía. 

16 años de prisión para la mujer que mató a su amigo discapacitado en Alcázar de San JuanARCHIVO

Redacción CMM
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La acusada de matar en Alcázar de San Juan (Ciudad Real ) a un amigo, con un 92% de discapacidad, ha sido finalmente condenada a pasar 16 años de prisión. 

Un jurado popular ya la declaró culpable por unanimidad de los delitos de homicidio doloso con agravante de abuso de superioridad y robo con violencia que se le acusaba.

La víctima, que era invidente, sufrió gravísimas lesiones cerebrales tras los golpes recibidos y meses después falleció. La condenada negó durante el juicio que fuera ella quien le golpeara con un objeto contundente, el arma homicida, que no ha sido encontrada.

¿Qué sucedió?

Los hechos ocurrieron el 25 de noviembre de 2020, cuando la condenada fue a la vivienda de la víctima, a quien solía visitar para ayudarle en las labores de limpieza de la casa a cambio de dinero, dado que tenía problemas de movilidad.

En esta ocasión, acudió a la vivienda con la intención de reclamar un dinero que al parecer la víctima le debía y, sabiendo que éste se encontraba en su interior y al no abrirle la puerta, la rompió para entrar.

Fue entonces cuando la acusada, valiéndose de su fuerte complexión física, y de que la víctima era una persona de menor envergadura y que contaba con problemas de movilidad y visión, le golpeó fuertemente en el macizo facial de la hemicara izquierda. 

Trató de obtener beneficio económico

Lo hizo con un objeto contundente, que aún no ha sido determinado, con la intención de acabar con la vida del agredido o, al menos, siendo consciente del peligro que para su vida podría suponer un golpe en dicha zona.

Acto seguido, cogió a la víctima, que estaba inconsciente a consecuencia del fuerte golpe sufrido, lo llevó al salón y, por último, al dormitorio principal de la vivienda, donde lo colocó sobre la cama, para acto seguido, apoderarse de un televisor de plasma que estaba en el salón.

Poco después, la acusada se presentó en un domicilio cercano para intentar vender el televisor.

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