Más de 500 niños necesitan familia de acogida en Castilla-La Mancha

 La Junta de Castilla-La Mancha tiene tutelados a más de 1.100 menores. De ellos, más de la mitad están en centros residenciales porque no encuentran familias de acogida. 

El Programa de Acogimiento Familiar de Castilla-La Mancha permite que niños, niñas y adolescentes que han tenido que ser separados de sus familias biológicas por un determinado motivo, crezcan en un entorno adecuado. 

"Es mucho mejor para el desarrollo de estos niños crecer en familia. Y es lo que buscamos: visibilizar la realidad de estos niños y que existe el acogimiento familiar y que es una opción, desde nuestro punto de vista, muy buena", explica Almudena González, vicepresidenta de la Asociación Familias de Acogida de CLM. 

El problema es que faltan familias de acogida en la región. Juan José Ríos es uno de los padres de acogida que participan en el programa. Su familia ya ha acogido a dos menores, el primero de ellos pudo regresar con su familia biológica. Para él, "los niños al final son una víctima". "Que los padres y la sociedad no hagamos las cosas bien y ellos tengan que pagar el pato, me parece injusto", explica.

Una alternativa adecuada para los menores tutelados

El acogimiento familiar ofrece a los menores un entorno familiar alternativo que sustituya, de forma temporal, a la familia biológica del niño, niña o adolescentes, cuando necesitan de una medida de protección. 

La participación en el programa de acogimiento familiar requiere de la evaluación, formación y selección previa de las personas y familias que se ofrecen para el acogimiento, a fin de garantizar la cobertura de sus necesidades físicas, psicológicas y educativas, promoviendo su participación plena en la vida familiar y social, respetando su identidad y derecho a relacionarse con su propia familia.

Para ello, la familia acogedora asumirá los deberes inherentes a la guarda del menor, para lo que contarán con el apoyo técnico para afrontar las necesidades específicas de la infancia con vivencias de adversidad, y apoyo económico por parte de la administración, destinado a cubrir las necesidades del menor o menores de edad acogidos.