40 años de Constitución, 40 hitos: Fueras de Serie
Antonio López
Antonio López se convertió en el primer manchego en recoger un Premio Príncipe de Asturias. "También que alguien te compre un cuadro es un premio. Tú tienes que esforzarte siempre y mantener la pasión", asegura el pintor.
De pintar el atardecer de su pueblo, Tomelloso, a cómo amanece la Gran Vía de Madrid. Famosas son sus vistas, pero también los desnudos, lo cotidiano. "Va a tardar mucho. Si lo malo de Antonio es lo que tarda". Doña Josefa, su madre, ya lo avisaba ante el encargo de la familia real: 20 años no es nada para un retrato.
Según Antonio López, "me sirvió como laboratorio, me sirvió como todo. A mí me parece que fue un buen encargo. Hice todo lo posible para que el trabajo en ningún momento fuera forzado, yo cuando no tenía ganas de pintar el cuadro dejaba de pintar".
El pintor realista, nacido en plena Guerra Civil, siempre ha esquivado la censura: "Los trabajos que he hecho los he hecho usando mi libertad porque me parecía que era mi obligación y la única manera de hacer algo interesante. Nunca ha habido unos lenguajes tan distintos unos de otros, nunca se han dicho cosas tan hondas".
Juan Carlos Izpisúa
Él sabe ver donde otros ni miran, una cualidad que comparte con Juan Carlos Izpisúa, el científico de Hellín que consiguió rejuvenecer ratones.
"Nuestro trabajo consiste en tratar de entender cómo las células envejecen para quizás enlentecer ese proceso y retrasar la aparición de la enfermedad", asegura el bioquímico.
No copa portadas pero su último descubrimiento lo incluye en las quinielas para el premio Nobel: "estamos en un momento inicial pero creo que revolucionario en la historia de la humanidad porque es la primera vez que podemos no solo ya leer nuestro genoma sino reescribir nuestro genoma. Para tratar de curar a los enfermos con posibilidades y tecnologías que hasta hoy no disponíamos de ella y que solo era un sueño".
No seremos inmortales, pero sus lecciones seguramente sí.