40 años de Constitución, 40 hitos : Techos de cristal

David Centellas Navas
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Último capítulo de la serie 40 años de Constitución, 40 hitos dedicado a los techos de cristal.

Marisa Villa, árbitra es la pequeña de 8 hermanos. Fue en los noventa pisó por primera vez uno de esos tantos campos de tierra. "Cuando yo empecé realmente no había muchas chicas arbitrando ni siquiera la sociedad estaba preparada para que a la mujer le gustara el fútbol"., recuerda.

Su debut llegó con un Valladolid-Tenerife: entraba en la liga de fútbol profesional. "Me acogieron con cierta incertidumbre, con la incertidumbre de qué va a hacer una chica en un terreno de juego, pero luego fue fácil porque estábamos en un momento en el que todo el mundo quería aportar algo por la igualdad", asegura Marisa Villa.

17 años con las botas puestas, se convirtió en la única mujer árbitro en ascender a Primera. Pero no pudo cumplir del todo su sueño al no superar las pruebas físicas.

"Tuve la ayuda de mucha gente pero también la barrera de otra para que yo no progresase dentro del arbitraje. Pues ese es el trabajo que tenemos que hacer ahora, no hay que regalarles nada pero no impedir que lleguen a la élite del fútbol", afirma Marisa.

Cristina García Rodero, fotógrafa, también rompió esos techos de cristal. "Hay que arriesgarse y si fracasas ya está, lo has intentado. Posiblemente en ese fracaso hayas aprendido mucho más que si te aplauden continuamente porque la vida no son siempre triunfos, la vida es una lucha y eso es también lo que capta la fotografía".

Fotografía que no sería la misma sin la figura de Cristina García Rodero: se atrevió a pisar donde hasta entonces sólo lo hacían hombres. "Hace no tantos años la fotografía no interesaba nada y la mujer tampoco", recuerda Cristina.

Inmortalizó los ritos, las fiestas populares de una España oculta y como fotógrafa documental su cámara no esquivó la Transición.

Cristina García Rodero, fotógrafa: "Cómo bullía en la gente el deseo de libertad, de hacer la España que ella quería, la España que ellos deseaban, la España en la que podían ser escuchados".

Nunca olvidó el blanco y negro, tampoco esos rostros de mujer.  Ahora pide a las que le siguen la misma constancia. "no se acuerdan de lo que hicieron sus madres, de lo valientes que fueron, de lo que consiguieron. De vez en cuando hay un pequeño retroceso".

Nunca ha mirado atrás porque dice que la siguiente foto está siempre enfrente.

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