Ruta por la Sierra de San Vicente: la senda de Viriato
Visitamos la Sierra de San Vicente, la zona más occidental de nuestra región en la provincia de Toledo. Aquí encontramos un ecosistema propio lleno de robledales, de árboles centenarios y la mejor atalaya para vigilar toda Castilla-La Mancha. Son las tierras de Viriato que recorremos con el programa 'Castilla-La Mancha Me Gusta'.
La Sierra de San Vicente forma un ecosistema propio lleno de robledales y árboles centenarios. En nuestra ruta subimos al Pico de San vicente, a unos 1320 metors de altura acompañados por David Morales, técnico en turismo de la Sierra de San Vicente, y Eros Mora, guía de Shuia Shuia. Con ellos conoceremos el origen del Real de San Vicente, un asentamiento en época de reconquista, en la Edad Media, donde Alfosno VIII estableció un pequeño campamento militar para vigilar la linea fronteriza del Tajo.
Senda Viriato: Castillo de San Vicente.
La Sierra de San Vicente es una comarca privilegiada por su climatológica, orografía y riqueza botánica y faunística. La comarca se caracteriza botánicamente por la presencia de numerosos ecosistemas forestales, desde el encinar pasando por el enebral, los alcornocales, hasta magestuosos robledales y castañares típicos de las zonas más altas.
Primero visitamos el pico de San Vicente a unos 1320, uno de los puntos más altos de la provincia de Toledo. Desde allí, observamos todo el valle del Tajo, la zona occidental de la provincia de Toledo, los Montes de Toledo, varios embalses como el de Cazalegas e incluso las torres de Madrid. También se puede divisar Gredos y el valle del Tiétar, aunque se pueden divisar zonas de la Vera. Un punto estratégico para vigilar la frontera natural del Tajo, de ahí que se construyese el Castillo en este punto estratégico.
Tierra de Viriato
Cuenta la leyenda que el caudillo vetón ‘Viriato’ tuvo estas tierras, conocidas también como "Monte de Venus" como escenario utilizando esta sierra como punto desde donde hostigar a los romanos y también como refugio para esconderse.
Después veremos lo que queda de la Ermita de San Vicente, donde ahora se puede observar los restos de su cueva.
Una Zona de especial protección para las aves, buitres y el águila imperial ibérica... Aquí habitan todas las rapaces nocturnas de la península ibérica, incluido el búho real. Mamíferos como el jabalí, la garduña, el tejón, y la gineta, pueblan los bosques y dehesas de la Sierra de San Vicente. Además de ser zona protegida, esta comarca forma parte de la Red Natura 2000.
Enlazamos la Senda de Viriato, un sendero circular de 11.4 kilómetros, con la Sierra de los Cuatro Picos, y pasamos por un estupendo robledal, conocido como "la pequeña Asturias de Toledo".
Para acabar en la zona recreativa de El Piélago.
Un recorrido sin desperdicio que, sin duda, nos muestra otra opción de las múltiples alternativas de turismo que nos ofrece Castilla-La Mancha.
