El emprendedor que establece su marca de leche de almendras en Motilla del Palancar

Como cada martes, Javier López llega a Castilla-La Mancha Hoy en la sección Llena de vida, Castilla-La Mancha para hablar de despoblación y de la España vaciada a través de historias que ofrecen un punto de vista muy diferente al habitual.

En esta ocasión hablamos de emprendimiento junto a Juan Diego Navalón, un hombre natural de Motilla del Palancar, que ha decidido establecer su empresa de leche de almendras Base Mill en ese mismo municipio. Una localidad que cuenta con la etiqueta de despoblación extrema pero que sin embargo, según los datos del Gobierno regional y del INE, "es uno de los pueblos de Cuenca que está consiguiendo revertir la situación preocupante que le llevaba hasta una situación de riesgo", como nos cuenta Javier.

Después de estudiar en Estados Unidos y trabajar en Francia, y también dedicarse a la empresa familiar, tras un periodo de reflexión, "no tuvo duda" en hacer su empresa de leche de almendras en Motilla del Palancar. Todo, gracias a su experiencia propia: "Pasé por una fase un poco complicada y bueno, pues la verdad es que entre otras cosas fue la alimentación la que me permitió retomar una vida normal", nos cuenta.

La leche de almendras, la protagonista

Cuando Juan Diego comenzó con su idea de proyecto, analizó la situación: "pronto me di cuenta de que lo que había en el mercado no era demasiado bueno. No era la calidad que yo que yo pretendía o pensaba que iba a esperar de un producto que se vendía como sano, ¿no?", cuenta.  En una investigación junto a la Universidad Politécnica de Valencia, "todo empezó a tener un poco de sentido" y más aún cuando en la zona también hay almendros: "era una manera de darle una extensión a la zona y producir un valor añadido alrededor del producto primario que que se cultiva en la zona o uno de los que se cultivan en la zona, dándole algo más de valor añadido y acercándolo al consumidor final", expone.

"La leche de almendras se consigue ordeñando almendras", bromea Juan Diego, que nos cuenta el origen de este producto: "Evidentemente, es un proceso de extracción (...) Efectivamente, sí podemos llamarle leche a la leche de almendras. Lo que no se puede llamar es leche de soja o leche de avena, pero particularmente la leche de almendras si se puede llamar leche de almendra porque ya se utilizaba desde la Edad Media. Es decir, hay ya recetas medievales en las que se utilizaba leche de almendra para para elaborar postres o elaborar distintas recetas o incluso para consumo", comenta.

Todo esto se debe a la falta de acceso a vacas para consumir leche fresca en nuestro país: "Pensemos que en la Edad Media no había pasteurización, no había refrigeración, no había envíos por medios refrigerados. Entonces o tenías vacas cerca o no, o no tenías acceso a la leche de vaca. Sin embargo, en muchas zonas, por ejemplo, la nuestra, la Manchuela, es mucho más habitual tener almendros que vacas, con lo cual en muchas zonas, también en las zonas de Baleares la leche de almendra es centenaria", argumenta Juan Diego. No te pierdas la entrevista al completo.

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