Un ex espía ruso y su hija en estado crítico tras ser envenenados en Reino Unido
Un ex espía ruso y su hija se encuentran en estado crítico tras ser envenenados en la localidad de Salisbury, Inglaterra. La última imagen de Sergei Skripal fue grabada por una cámara de seguridad, que captó el domingo al exespía ruso, de 66 años, y a su hija, Yulia, de 33, por las calles de Salisbury.
Horas después aparecían inconscientes en un banco, con síntomas de envenenamiento. Ella parecía muerta, cuenta una testigo, él sufría espasmos, parecía que habían tomado algo fuerte. Y eso es lo que investigan las autoridades. Los dos están en la Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital en estado crítico. Los dos están siendo tratados por una posible exposición a una sustancia desconocida, ha aclarado la policía.
Según el periódico The Guardian, esa sustancia podría ser fentanilo, un poderoso opiáceo. El coronel Sergei Skripal, oficial retirado de la inteligencia militar rusa, llevaba ocho años refugiado en suelo británico, el ex espía ruso fue detenido en su país y condenado por traición, ya que había revelado información sobre las identidades de agentes rusos que operaban encubiertos en suelo europeo al MI6, el servicio secreto británico.
Fue a la cárcel por ello, pero un intercambio de agentes entre Reino Unido y Rusia en 2010 le permitió comenzar una nueva vida en Salisbury, Inglaterra.
La familia de Skripal ha dicho que su mujer, su hermano mayor y su hijo han muerto en los últimos 2 años, algunos de ellos en extrañas circunstancias.
El posible envenenamiento de Sergei Skripal recuerda inevitablemente al del agente ruso Alexander Litvinenko, envenenado con polonio 210 en un hotel de la capital británica, Londres, en 2006. La investigación concluyó diez años después que tras su muerte estaba la mano de la inteligencia rusa.
Hoy el Krémlin vuelve a estar en el punto de mira, aunque niega estar involucrado en el asunto y asegura que está dispuesto a colaborar en la investigación.