Trump acaba con el programa que daba cobertura a los hijos de indocumentados criados en EE.UU.
El presidente estadounidense, Donald Trump, acaba con el programa que daba cobertura a los hijos de indocumentados en EE.UU. Conocido como DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), fue implementado por su antecesor en el cargo, Barack Obama, en 2012.
Actualmente, se acogen al programa en torno a 800.000 jóvenes, que llegaron al país siendo niños, con sus padres, inmigrantes ilegales. Se han criado en Estados Unidos, al que consideran su país y, ahora, con la eliminación del DACA se enfrentan a la deportación. Ninguno tiene antecedentes penales, porque era uno de los requisitos para entrar en el programa.
Se les conoce como "dreamers" (soñadores en inglés), porque encarnan lo que se ha llamado "el sueño americano". El DACA les permitía, entre otras cosas, optar a un trabajo, a una tarjeta sanitaria, a una de crédito y a sacarse el carnet de conducir.
Tras la decisión, el mandatario asegura que resolverá "con corazón y compasión" la situación de estos jóvenes indocumentados. Pero que lo hará "a través del proceso democrático legal, mientras al mismo tiempo nos aseguramos de que cualquier reforma migratoria que adoptamos ofrece beneficios duraderos para todos los ciudadanos estadounidenses", ha dicho Trump en un comunicado. Un lenguaje diferente al que ha utilizado en Twitter sobre la cuestión:
La polémica medida, promesa electoral dirigida a los votantes de Trump, divide a los estadounidenses. Miles de ciudadanos y algunos representantes políticos, como alcaldes de grandes ciudades como Chicago, abogan por el mantenimiento del DACA. Ya se han sucedido las protestas en las calles, también en la capital del país, Washington D.C.
Ahora, el Congreso tiene un plazo de 6 meses para buscar una alternativa, momento en que la suspensión anunciada hoy se hará efectiva.