Guerra comercial entre EEUU y China, ¿se acerca el conflicto?
Primero fueron los aranceles al acero y aluminio, y ahora Donald Trump pone aranceles de un 25% a varias piezas para fabricar ordenadores y a los vehículos de origen chino. China contraataca con tasas a los alimentos que lleguen de Estados Unidos.
Coches, discos duros, impresoras... y la lista sigue. El sablazo a los productos industriales y tecnológicos chinos acaba de arrancar. Comprarlos en Estados Unidos es un 25% más caro desde este viernes, cuando ha entrado en vigor la ejecutiva de Trump. Suenan tambores de guerra, es la mayor batalla comercial de la historia reciente.
Trump aplica aranceles por valor de 34 mil millones de dólares y tiene otro paquete en la nevera, 16 mil millones más en productos como bombillas led y otros básicos de la economía doméstica. Va a traer el caos y la incertidumbre a toda la economía mundial, señala una autoridad comercial china, que da la voz de alarma.
Y no es el único, esto es lo que ha escrito en Twitter Javier Solana, ex-Mister PESC (Política Exterior y de Seguridad Comunitaria) de la UE, sobre este asunto:
En pocas horas puede empezar la gran guerra comercial que no se sabe cómo puede terminar. Irresponsabilidad mayúscula.
Y, desde el otro lado, contraataque. La carne, la soja o los productos lácteos. La alimentación que entre en China con sello estadounidense lo hará mucho más cara. Medidas económicas pero con un trasfondo muy político.
China ataca con sus aranceles a los productores de zonas donde Trump cosecha casi todos sus votos. Veremos la batalla comercial del magnate, le acaba costando los apoyos que le mantienen al timón de Estados Unidos.
Porque, más allá de este enfrentamiento, que podría desembocar en una auténtica guerra comercial entre las dos grandes potencias mundiales, hay mucho más.
A un nivel más profundo, esta pugna refleja una rivalidad creciente, y cada vez más intensa, entre ambos países en los ámbitos económico y militar, donde la brecha se ha reducido de forma significativa, a favor de Pekín, en los últimos años. Un pulso entre una superpotencia que lleva décadas dominando sin rival, EEUU, y la que es ya la segunda potencial mundial, China, protagonista de uno de los crecimientos más espectaculares que se recuerdan.
Ambos países representan visiones del mundo y del sistema de gobierno muy diferentes, y parecen estarse colocando en rumbo de colisión, lo que sería una auténtica lucha de titanes por la influencia global. La onda expansiva de este choque, de producirse, se haría notar en todo el planeta.