EE.UU.: el presidente Trump se niega a reconocer la derrota y dificulta la transición de poder
Como señala el profesor de Periodismo y Estudios Internacionales de la Universidad de Castilla-La Mancha, Juan Luis Manfredi, en su análisis, la estrategia de Trump de: provocar, polarizar y protestar en las calles, no colabora a rebajar la tensión actual que se vive en el país, al revés, puede terminar resultado perjudicial, con el actual caldo de cultivo.
Como señala Manfredi, el actual presidente, Donald Trump, rehúsa reconocer su derrota electoral y ha presentado una serie de demandas para revertir los resultados de los comicios, que han proyectado a su oponente demócrata, Joe Biden, como ganador.
La campaña de Trump ha presentado varias demandas en estados en disputa por el conteo de votos alegando un supuesto fraude electoral generalizado, sin ninguna evidencia que lo demuestre, al menos, hasta el momento.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, sorprendió el martes al asegurar en una rueda de prensa, preguntado por la falta de colaboración con el equipo de Biden, que en Estados Unidos habrá "una transición suave" hacia un segundo mandato de Donald Trump. Pompeo remarcó que se siguen "contando los votos" y se espera que se complete el proceso.
Para ganar las elecciones en los tribunales, Trump debería darle la vuelta al escrutinio en Pensilvania, Georgia y Nevada o Arizona, todos ellos estados en los que Biden ya ha sido declarado ganador o lidera el escrutinio de forma clara.
Según los últimos conteos, Biden cuenta con 290 delegados en el colegio electoral, por encima de la cifra mágica de 270 que otorga la victoria, mientras que Trump tiene 217 y faltan 42 por decidir.
Despidos en el Gobierno
Mientras, Trump actúa sin tener en cuenta que puede que tenga que abandonar la Casa Blanca en apenas dos meses y ha llevado a cabo despidos fulminantes, sobre todo, en la cúpula del Pentágono, el Departamento de Defensa.
Después de la salida del Secretario de Defensa, Mark Esper, ha echado a, entre otros, el director de Política del Departamento, James Anderson, el subsecretario para Inteligencia, Joseph Kernan, y la jefa de gabinete de Esper, Jennifer Stewart. Todos cargos de perfil técnico, que ha sustituido por personas de probada lealtad hacia su persona.
La prensa estadounidense, habla también de que el presidente podría adoptar en los próximos días medidas similares con la CIA, el servicio secreto exterior, y el FBI, que es, en la práctica, la única policía a nivel nacional de Estados Unidos y la principal fuerza que lucha contra ataques no militares contra la seguridad nacional. Con el mismo objetivo, situar al mando a personas todavía más afines a él.