POLÍTICA
Análisis: auge de la extrema derecha en Europa, algunos factores tras este ascenso
La extrema derecha avanza por todo el continente europeo en los últimos tiempos. Elección tras elección ha llegado a gobiernos, parlamentos, regiones y ayuntamientos.
G. Meloni/V.Orban/M. Le Pen/S. Abascal/R. Purra/G.Wilders. (Algunos líderes de extrema derecha en Europa)
La Unión Europea ha visto el renacer de una ideología que cada vez tiene más presencia. Desde Italia, con Giorgia Meloni al frente de "Los Hermanos de Italia", hasta Finlandia, con Riikka Purra y su "Partido de los Finlandeses", pasando por Hungría, Austria o Francia.
Mapa de la Unión Europea con presencia de la extrema derecha en instituciones
Pero los gobiernos nacionales, regionales o locales no son los únicos que han visto llegar al poder a las formaciones de extrema derecha, el Parlamento europeo, también. Los únicos países, de los 27 en la Eurocámara, que no han aportado escaños de la extrema derecha en las últimas elecciones han sido: Irlanda, Malta, Eslovenia y Lituania.
Configuración del Parlamento europeo tras las últimas elecciones
Se trata de un fenómeno complejo que abordamos desde diferentes perspectivas: desinformación, geopolítica, economía y seguridad.
La desinformación es el alma del extremismo
Carlos Hernández, de uno de los verificadores de bulos y desinformación más conocidos en España, Maldita.es, afirma que la desinformación es el elemento clave del extremismo y la polarización.
De lo que se trata es de "desinformar todo el día, todo el tiempo, con mentiras, con medias verdades y con afirmaciones sacadas de contexto", sostiene.
El punto fundamental en el auge de la extrema derecha en Europa es el odio a la inmigración y el racismo, presentando la primera como una amenaza.
Maldita.es identifica todos los días del año el discurso antiinmigración en el que se culpa a migrantes de delitos/crímenes que no han cometido o de monopolizar las ayudas sociales.
Esto lo hacen grupos organizados en Telegram, por ejemplo, que difunden su mensaje a una audiencia que está deseando oírlo, para culpar al de fuera de todo tipo de males.
El factor geopolítico
Para el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Castilla-La Mancha, Juan Luis Manfredi, desde el aspecto geopolítico hay un país clave a la hora de hablar del auge de la extrema derecha en Europa: Rusia.
Moscú utiliza todo tipo de herramientas en materia de “realismo comunicativo”, mediante la financiación de partidos, campañas mediáticas, medios de comunicación, etc.
La extrema derecha no es un todo uniforme, aunque sí hay un consenso mayoritario en defender que “son europeos”, pero “no de la Unión Europea”.
El problema de la extrema derecha en nuestros parlamentos consiste en que se ha naturalizado y normalizado ciertas ideas que, en realidad, se encuentran fuera del proyecto ilustrado de la Unión Europea.
Estos partidos representan a los que sienten que se quedan atrás de la globalización.
La desinformación y la conspiración, un problema muy serio según Manfredi, que promueven estas formaciones políticas, intoxican el debate público y nos alejan de los problemas reales para devolvernos a un pasado que ni siquiera existió, que está basado más en la nostalgia que en la historia.
La perspectiva económica
Para Pedro Morejón, economista y director del ICEX en Castilla-La Mancha, el factor económico es importante a la hora de abordar esta cuestión, porque, en el fondo, también se encuentran la desigualdad y la pobreza.
Existe la sensación de que se nos vienen encima volúmenes de pobreza que no vamos a saber gestionar, dice. Desde la extrema derecha lo que se hace es una asociación directa con un mensaje económico negativo relativo, precisamente, a la inmigración y a la pobreza. Y esto es algo que el ciudadano entiende muy bien, entiende su bolsillo y ve cómo le llega gente más pobre, que, entre otras cosas, se puede llevar sus ayudas.
Desde la perspectiva de la seguridad
Para Santiago Montesinos, experto en Inteligencia y Seguridad de la Cátedra de Servicios de Inteligencia y Sistemas Democráticos de la Universidad Rey Juan Carlos, el extremismo violento vinculado a la extrema derecha es la segunda amenaza a los sistemas democráticos en Europa desde el punto de vista de la seguridad.
Hasta el momento, han tenido menos capacidad de acción que otros grupos violentos pero, en estos años recientes, en el ámbito europeo, las últimas investigaciones han detectado una evolución de estos grupos que han ido de menos a más. Hasta situarse como la segunda amenaza en el continente.
En cuanto a tipología, adaptan su ideología a la situación de cada país o región en la que actúan.
Un “precursor”, explica Santiago Montesinos, es un grupo que pasa de la ideología a la acción y sobre el que las fuerzas y cuerpos de seguridad tienen puestos sus ojos, para analizar y ver cuál puede llegar a ser su capacidad de hacer daño, tanto a personas físicas como al normal funcionamiento de nuestros sistemas. Por ejemplo, Alemania, donde ya se ha dado más de un complot contra el sistema.