TRABAJO
Europa frente a la jubilación
Francia se resiste a dejar de trabajar a los 62, mientras en Europa, la edad media de jubilación se sitúa en los 65 años
Cientos de miles de personas han salido a las calles de las principales ciudades de Francia para protestar contra la reforma de pensiones impulsada por el gobierno de Macron y que plantea, entre otras medidas, elevar la edad de jubilación a los 64 años, en una jornada de huelga que no ha provocado parálisis pero sí se ha dejado notar en sectores clave como el transporte o la educación.
Unión entre los sindicatos franceses
En París, donde ha tenido lugar la concentración más multitudinaria, se han reunido unas 400.000 personas, según fuentes de la Confederación General del Trabajo (CGT) citadas por la cadena BFM TV. No en vano, por primera vez en la era de Emmanuel Macron, la movilización contaba con el respaldo explícito de todos los grandes sindicatos.
La Prefectura de la Policía ha confirmado al menos 30 detenidos por lanzar objetos contra los agentes, que han respondido con gases lacrimógenos.
En todo el país, había convocadas más de 200 concentraciones, con la afluencia de unas 30.000 personas en Tolouse, de 26.000 en Marsella, de 23.000 en y de 20.000 en Perpiñán, entre otras localidades. En Lyon, las autoridades también han realizado 17 arrestos.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha pedido desde Barcelona, al término de una cumbre con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que las movilizaciones discurrieran "sin excesos ni violencia", después de reconocer como "legítimo" el derecho de miles de personas manifestarse contra la reforma.
La edad de jubilación a los 65 años
Si no hay cambios, el texto llegará a la mesa del Consejo de Ministros el próximo lunes, 23 de enero. La reforma plantea un escenario gradual, de tal forma que la edad legal de jubilación haya pasado de los 62 años actuales a los 64 en 2030, mientras que la revisión del periodo de cotización se aplicará a partir de 2027.
Macron ha defendido que Francia va con "retraso" en este tema en comparación con el resto de Europa y ha subrayado que la reforma es "justa y responsable". Y es que Francia, junto con Suecia y Eslovaquia son donde más pronto se jubilan los trabajadores: a los 62 años.
En el lugar opuesto se sitúa Italia, Grecia, Dinamarca y Noruega, que lo hacen a los 67 años.
Sin embargo la edad de jubilación en la mayoría de los países se establece en los 65 años, aunque la edad media de jubilación real se sitúa en los 63 años.
Jubilación para una población envejecida
Uno de cada cinco europeos es mayor de 65 años, lo que convierte a Europa en el continente más viejo. La pirámide poblacional envejecida y sin relevo generacional al que se une una mayor esperanza de vida. Una situación que hace insostenible el sistema de pensiones. Por este motivo, ya siete países ha decidido retrasar la edad de jubilación, y ligar el final de la vida laboral a la esperanza de vida, entre ellos España.
Una tendencia que se irá incrementando en los próximos años y establecer la edad de jubilación a los 67 años.
Otro factor que influye es la diferencia en el sistema de remuneración de las pensiones. Mientras que hay países que vinculan la pensión a la vida laboral y a las cotizaciones como España y Francia, otros vinculan además el número de cotizantes y de jubilados, o incluso la esperanza de vida. Lo que sin duda, implica una disminución o variabilidad a lo largo del periodo del cobro de la pensión.
Mientras que hay países que relacionan la pensión a la vida laboral y a las cotizaciones como España y Francia, otros vinculan además el número de cotizantes y de jubilados, o incluso la esperanza de vida. Lo que sin duda, implica una disminución o variabilidad a lo largo del periodo del cobro de la pensión.
Otro elemento a tener en cuenta es el sueldo, ya que hay zonas en Europa con sueldos muchos más elevados. Así donde los sueldos son más altos el porcentaje para la jubilación, suele bajar.
Sistemas mixtos frente a sistemas públicos
Además hay países que consideran sólo la financiación pública de pensiones mientras que otros compaginan esas pensiones con las aportaciones de las empresas.
Por ejemplo, en Alemania la aportación del Estado supone el 38 por ciento del último sueldo, aunque las pensiones pueden complementarse con la aportación de la empresa, mientras que en España supone el 78 por ciento, o el 60 en Francia.
Cuanto más dependiente del Estado, o mayor volumen de coste para el Estado más débil y deficitario se convierte el sistema. En este sentido, Islandia ha conseguido convertir su sistema de pensiones en el más fiable de Europa, seguido de Países Bajos y Dinamarca. En estos casos los sistemas de pensiones son robustos, generosos y sostenibles en el tiempo, financiados con sistemas mixtos de retribución.