SUCESO

Una estafa amorosa podría estar detrás del asesinato de tres hermanos en Morata de Tajuña (Madrid)

Los hermanos, de edad avanzada, eran naturales de Torre de Juan Abad, Ciudad Real 

Miembros de la Guardia Civil trabajan en el lugar donde se han hallado los cuerpos de tres hermanos de avanzada edad con signos de violencia este jueves, en Morata de Tajuña (Madrid)./ Sergio PérezEFE

Redacción CMM
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Los vecinos del municipio madrileño Morata de Tajuña han sido sorprendidos este jueves con el hallazgo de los cadáveres de tres hermanos, muy queridos en la localidad, por los que el pueblo ya ha convocado tres días de luto oficial y un minuto de silencio para este viernes. Hoy se les practicará la autopsia.

"Seguramente será respondida por muchísimos vecinos que les teníamos cariño y que ahora mismo estamos, pues con la lágrima floja", ha señalado, en declaraciones a los medios, el alcalde de la localidad, Fernando Villalaín, sobre esta cita convocada para mañana a las 12 horas.

La muerte de los hermanos Pepe, Amelia y Ángeles, con edades entre los 70 y los 80 años, está siendo investigada por la Guardia Civil, que maneja, entre otras hipótesis, la de un posible ajuste de cuentas por las deudas que habían contraído estos familiares con algunos conocidos, según han informado fuentes próximas a la investigación.

Una estafa amorosa, posible causa del crimen

Hacía cerca de un mes que nadie en la localidad madrileña de Morata de Tajuña veía a los hermanos Pepe, Amelia y Ángela pero cuando sus cadáveres han aparecido  con signos de violencia los indicios han apuntado en una dirección: una estafa amorosa, una deuda y un ajuste de cuentas.

Los agentes de Homicidios del instituto armado, que han asumido la investigación, manejan, entre otras hipótesis, la de un posible ajuste de cuentas por las deudas que habían contraído estos familiares con algunos conocidos, según han informado a EFE las fuentes consultadas.

Por el momento, personas cercanas a los tres hermanos y vecinos de la localidad, de cerca de 8.000 habitantes, aseguran que las dos mujeres estaban siendo víctimas de una estafa amorosa en la que habían perdido miles de euros.

Según ha relatado a EFE Enrique Velilla, amigo de la familia, tanto Amelia como Ángeles contactaron hace años con dos militares estadounidenses a través de Facebook.

Uno de ellos, quien decía llamarse Edward y estar destinado en Afganistán, les dijo que el segundo había muerto y que, para cobrar una herencia que disfrutarían juntos, necesitaba que le enviasen dinero de manera periódica.

Las hermanas accedieron e invertían en ello buena parte de su pensión, por lo que al poco tiempo quedaron en la ruina y las llevó a pedir dinero recurrentemente a los vecinos. Cuando su amigo les dijo que estaban siendo víctimas de un engaño, ellas, convencidas de su historia de amor y fortuna, desoyeron las alertas y rompieron su relación con él.

Mientras a Enrique le pidieron cerca de 18.000 euros, a Mari, otra vecina con la que apenas tenían trato, le solicitaron 15.000. Incluso probaron suerte con Pascual, el cura del pueblo, según ha explicado él mismo a EFE. A ninguno les consta que nadie accediera a sus peticiones.

Para justificarse, las dos hermanas empleaban un argumentario muy similar al de su presunto estafador: iban a recibir una millonaria herencia de un familiar residente en Estados Unidos, pero necesitaban costearse los gastos sucesorios.

Con esta secuencia repitiéndose durante los últimos meses, tal y como investiga la Guardia Civil, cobra fuerza la hipótesis de que los hermanos contrajesen unas deudas que les llevasen a la muerte. La causa ha recaído sobre el Juzgado de Instrucción de Arganda del Rey y se encuentra bajo secreto de sumario.

Desde finales del año pasado nadie sabía nada de los tres hermanos, naturales de una localidad de Ciudad Real, Torre de Juan Abad, pero residentes en Morata de Tajuña desde hacía décadas: las persianas verdes de su casa estaban bajadas, ninguno contestaba al teléfono.

El regidor del municipio ha informado a los periodistas de que fueron los vecinos quienes dieron el aviso, al llevar un tiempo sin ver a estos hermanos: "Aquí en un pueblo todo el mundo nos conocemos y cuando alguien no va a comprar el pan tal día, nos preocupamos por ello", ha comentado.

Ha sido entonces cuando el consistorio, junto con la Policía Local, han puesto en marcha el protocolo para entrar en la casa, con la esperanza de que no estuvieran allí y se encontraran de viaje: "Ha sido una verdadera sorpresa", ha señalado el alcalde.

Los tres hermanos eran naturales de Torre de Juan Abad, Ciudad Real, pero llevaban mucho tiempo viviendo en el municipio y eran muy conocidos en él, por haber participado de varias iniciativas culturales y sociales, ha precisado el regidor.

EFE/CMM