Crisis alimentaria: "una lata afectada" con botulismo vuelve a poner en entredicho el sistema comunicación de alertas
La Asociación de Consumidores y Usuarios en Red (Consumur) ha lamentado que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) haya tardado 21 días en informar de la última intoxicación alimentaria provocado por toxina botulínica presente en conservas de atún en aceite de girasol de la marca DÍA, de ahí que haya considerado muy "deficiente" el sistema de comunicación a la ciudadanía sobre las alertas alimentarias.
Para Consumur, no es una situación aislada, "dado que en el caso del brote por listeria, la AESAN hizo pública la alerta cuatro días después de tener conocimiento de la misma, con el agravante de que las autoridades sanitarias de Andalucía ya tenían conocimiento de la alerta desde el día 5 de agosto (11 días antes que la AESAN)".
A su juicio, "es prioritario revisar el sistema actual de alertas alimentarias para agilizar al máximo los plazos y ordenar la retirada cautelar de cualquier producto alimentario sospechoso de estar intoxicado, sin demorar la publicación de las alertas hasta que se realizan los estudios confirmatorios de la intoxicación, dado que así se evitaría la intoxicación de nuevos consumidores
Una lata afectada de un único lote, según Frinsa
La conservera gallega Frinsa del Noroeste, tras la alerta activada por la Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) a raíz de un brote de intoxicación alimentaria provocada por toxina botulismo detectada en el atún, ha asegurado que únicamente hay “una lata afectada”.
En un comunicado, Frinsa asegura que “tras analizar lo ocurrido, este hecho se limita a una única lata de un único lote” que, subrayan, “previamente a su análisis se abrió y manipuló”.
De hecho, remarcan que “los análisis del resto del lote han resultado satisfactorios y así lo ha acreditado la Xunta de Galicia” y subrayan además que desde que se conoció el caso ha habido “una absoluta colaboración entre la empresa y las Autoridades Sanitarias”.
Insisten en la nota que “los controles de calidad y seguridad alimentaria más estrictos están implantados” en las instalaciones de Frinsa, cumpliendo con todos los requerimientos establecidos por las Autoridades Sanitarias.
Con todo, la empresa ha manifestado “su solidaridad” con las cuatro personas afectadas por este brote, a las cuales desea una pronta recuperación.
Cuatro personas de una misma familia de Castilla y León, tres de ellas ya dadas de alta, han resultado afectadas por esta intoxicación, tras consumir una ensaladilla rusa casera con la conserva de atún en aceite de girasol contaminada por la toxina.