El asesinato de Elda cuestiona si son suficientes las medidas para proteger a las víctimas de violencia machista

Redacción CMM
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Jéssica Bravo, en Alicante, fallecía un día después de ser tiroteada el miércoles por su expareja. No sólo lo había denunciado. Él ya había cumplido condena por lesionarla. De hecho, el día anterior se le había detenido por quebrantamiento de condena. Por eso, este caso, reabre una vez más el debate sobre si son suficientes las medidas para proteger a las víctimas de violencia machista.

Miércoles, 8 de noviembre. Jéssica Bravo acude a recoger a su hijo al colegio. Su expareja se le acerca y le dispara a bocajarro delante del pequeño. La joven lo había denunciado en varias ocasiones y él había cumplido condena por lesionarla e iba a ser juzgado ayer por amenazarla. Por este motivo estuvo detenido este martes, pero quedó de nuevo en libertad y para asesinarla. Jéssica denunció, pero tampoco le ha servido para seguir viva.

Aún así, decidirse a denunciar continúa siendo la vía más potente para detener al maltratador. Y para atajar la violencia machista de base, es fundamental educar en igualdad. También, en los medios de comunicación, que nos encargamos de informar de ello.

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