Adiós a las mascarillas en interiores: el Gobierno aprueba su eliminación con excepciones
El Consejo de Ministros aprueba este martes la nueva norma que eliminará, a partir de mañana, la obligación de llevar mascarilla en espacios interiores, salvo en centros sanitarios y sociosanitarios y en todos los transportes, mientras que en los trabajos serán las empresas las que decidan.
El nuevo real decreto que presentará esta mañana la ministra de Sanidad, Carolina Darias, al resto del Gobierno, y que mañana se publicará en el BOE, pondrá fin así a dos años de mascarilla obligatoria en lugares cerrados.
Por ahora, lo único que se sabe hasta la publicación del texto, es que a partir de mañana solo habrá que ponérsela obligatoriamente en "aquellos espacios en los que puede haber personas con vulnerabilidad". Es decir, visitantes y trabajadores de centros, servicios y establecimientos sanitarios, incluyendo las farmacias, y sociosanitarios, especialmente las residencias, aunque no las personas ingresadas en ninguno de estos lugares a menos que estén usando espacios comunes. También habrá que llevarla en todos los transportes, sin excepción.
Recomendaciones que no estarán en el decreto
Más allá de eso, se establecerán usos responsables, con recomendaciones que, según explicó Darias el día que anunció desde Toledo la fecha en la que el Gobierno levantaría la imposición del cubrebocas en interiores, no formarían parte del real decreto.
De esta forma, la mascarilla se aconsejará "cuando hay aglomeraciones y cuando se trate de personas vulnerables", en la línea de lo que propusieron los expertos de la ponencia de alertas en los que el Ejecutivo se ha apoyado para tomar esta decisión.
Así, los alumnos ya no tendrán que utilizarla "en el ámbito escolar", aunque sí se recomendará a los profesores con factores de vulnerabilidad, al igual que otras personas con estas mismas condiciones en las que no puedan mantener 1,5 metros de distancia interpersonal.
En los centros de trabajo, serán los servicios de prevención de riesgos laborales los que valoren la necesidad de llevar mascarillas en interiores, si bien la ponencia lo aconseja cuando la distancia interpersonal sea inferior a 1,5 metros y no pueda garantizarse la ventilación adecuada del espacio.
Y en otros lugares cerrados de uso público como comercios, cines, teatros, salas de conciertos, museos, bares, restaurantes, locales de ocio nocturno, lo recomendable es un "uso responsable" del cubrebocas, al igual que en el entorno familiar, las reuniones de amigos y celebraciones privadas.
Será, en definitiva, una norma de "sentido común", dijo ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, convencido de que "mucha gente" continuará llevándola "como elemento de protección". Porque que se acabe con su obligatoriedad no quiere decir que quien quiera ponérsela pueda hacerlo.
La ventilación en interiores, sin definición exacta
La norma llega tres semanas después de que España haya inaugurado una nueva fase de la pandemia en la que ya solo se cuentan los casos graves y en entornos vulnerables y en la que las personas con síntomas leves o sin ellos no deben aislarse.
Sin embargo, en los espacios interiores hay todavía muchas dudas con respecto a la ventilación y su eficacia. El vicepresidente de SEPAR, Germán Peces Barbar, ha señalado en una entrevista para CMM que "no tenemos definida por parte de las autoridades sanitarias cuáles son los niveles óptimos de ventilación de un local cerrado".
En este sentido, destaca que sería recomendable tener por parte del Ministerio "tener unas líneas generales y que no caiga en cualquier interpretación particular".
Entrevista completa a Germán Peces Barba
"Hay que ser muy cautos"
Por su parte, el vicerrector de Política Científica de la UCLM, Antonio Mas, ha recordado en una entrevista para CMM Radio que "no hay que olvidar que se elimina la obligatoriedad del uso de las mascarillas en interiores, pero no su recomendación".
"No vamos a ser capaces de erradicar este virus (...) y van a seguir apareciendo variantes (...) hay que ser muy cautos", comentaba.
En relación a la situación en la que se encuentran países como China con respecto a la extensión del virus, ha asegurado que "las comparaciones con otros países no es una buena opción", porque las circunstancias en cada país son diferentes. Por ello, hacía un llamamiento a la calma.
EFE/CMM