Mueren dos trabajadores atrapados bajo una losa de hormigón en un edificio en obras en Madrid

Accidente laboral en Madrid. Dos trabajadores han fallecido tras quedar atrapados bajo una losa de hormigón de unas ocho toneladas de peso. Se les habría caído encima como consecuencia del derrumbe del forjado de un edificio en rehabilitación en Madrid. Se  trata de un inmueble en proceso de reforma para la construcción de viviendas.

Los bomberos de la capital han encontrado esta tarde los cuerpos sin vida de los dos trabajadores. 

Otra persona sí ha podido ser rescatada y trasladada a un hospital con preaviso con fractura de pierna y múltiples contusiones, aunque no se teme por su vida.

El siniestro se ha producido en torno a las 11.15 horas, en las confluencias de las calles Lezama y Llodio, detrás de Herrera Oria, en el distrito de Fuencarral-El Pardo.

Según la vicealcaladesa de Madrid y delegada de Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz, quien ha detallado que se ha producido un colapso en las plantas de arriba de alguna de las estructuras que han provocado que la gran losa de hormigón haya cedido.

Más de 40 efectivos han trabajado en la zona, donde se ha utilizado una de las grúas de la obra que permite levantar más peso. También la Policía Municipal ha operado con sus drones para facilitar a los bomberos las imágenes del interior, en tanto que el Samur-Protección Civil ha instalado un hospital de campaña y cuenta con la colaboración de los sanitarios del Summa.

Como consecuencia del derrumbe, el edificio se encuentra inestable y con peligro de derrumbe. "La obra de consolidación en su caso va para largo. Tenemos que tener tranquilidad porque en estos momentos hay alguna losa y varias vigas que también amenazan con derrumbe", ha indicado el alcalde de la capital, José Luis Martínez -Almeida, que ha acudido al lugar para conocer de primera mano lo sucedido.

Debido a este riesgo de derrumbe, los trabajos de los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid para llegar hasta los obreros atrapados bajo los escombros se han tenido que realizar con mucho cuidado, lo que ha retrasado los trabajos para garantizar su seguridad y poder llegar a los obreros sin que el forjado se viniera abajo.

Por tanto, las labores se prolongarán horas porque, además, hay que apuntalar el edificio y consolidarlo para evitar más derrumbes.

Martínez Almeida ha asegurado que no hay nadie más en el edificio porque, según el recuento del jefe de obra, únicamente faltaban esos dos hombres.

Se trata de un edificio que tenía un uso terciario y que se ha cambiado a uso residencial, para la construcción de 140 viviendas.

El Ayuntamiento está comprobando si las licencias y el procedimiento administrativo para la ejecución de la obra están en regla. 

EFE