Una semana, un museo: Museo de Cerámica Ruiz de Luna
En Radio Castilla-La Mancha dedicamos estas semanas a los museos de la región. Esta semana nos desplazamos a Talavera de la Reina (Toledo) para conocer el Museo de Cerámica Ruíz de Luna.
El museo está localizado en pleno casco histórico de Talavera, dentro del primer recinto amurallado de la ciudad y muy cercano al lugar que ocupó el Alcázar árabe. El edificio, construido en el siglo XVII, por Fray Lorenzo de San Nicolás, fue diseñado en un estilo barroco muy austero, conocido como "Barroco del ladrillo", nos explica Belén Flores, Asesora Técnica Educativa del museo. Además, el complejo alberga tanto un convento como una iglesia.
El museo cerámico está gestionado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y toma su nombre de Juan Ruiz de Luna Rojas, "el gran impulsor en la renovación de la cerámica talaverana en el siglo XX", explica Flores.
La técnica indica que "la mayor parte de los fondos de piezas que exhibe el museo pertenecen a la colección que él fue formando a lo largo de los años, así como piezas creadas por él en su propia fábrica, Nuestra Señora del Prado, entre 1.908 y 1.961".
El museo atesora más de 1.500 piezas cerámicas de distintos estilos, elaboradas a lo largo de más de 500 años, desde el siglo XVI hasta el XX. Flores recomienda empezar la visita con la colección privada de Ruiz de Luna: platos, cuencos, tinteros,... Piezas fechadas entre los siglos XVI y XVIII, fabricadas tanto en Talavera de la Reina como en Puente del Arzobispo.
El retablo de Santiago
Una de las obras más destacadas del museo es el Retablo de Santiago, realizado para participar en la Exposición Nacional de Bellas Artes y Artes Decorativas de 1920, celebrada en Madrid, obteniendo la primera medalla. Flores nos explica que pertenece a la serie "Policromía de azules, amarillos, anaranjados, verdes y blanco". Consta de 195 azulejos, en los que se representa la leyenda medieval de Santiago Matamoros.
En la iglesia conocida como Liceo se exhiben los mejores paneles de la colección, fechados entre los siglos XVII y XX. Son obras fundamentalmente religiosas como La Anunciación, Santa Catalina, San Sebastián, las Santas Alfarera Justa y Rufina. Así como diversas piezas dedicadas a la Virgen del Prado, patrona de la ciudad, destacando la que pintó Tomasa Ruiz de Luna en 1908, precisamente para la inauguración del alfar de Ruiz de Luna.