Ucraniana en Ciudad Real: "ahora todo el pueblo ucraniano somos una piña, estamos juntos y somos uno"

Natalia Zhylitska es ucraniana y desde hace años viven en Ciudad Real. Su hermana vive con su familia en Ucrania, cerca de la frontera de Polonia.

Cuando estalló la guerra en Ucrania, no pudo salir de allí porque en la primera madrugada del conflicto, el aeropuerto militar de su ciudad fue bombardeado por los misiles rusos.

Natalia está bien informada de la situación que se está viviendo en su país natal. Además de su familia, también tiene amigos, compañeros de universidad que viven en Kiev. También conoce a algunos niños ucranianos, "ahora no tan niños", que durante años han estado viniendo de acogida a Ciudad Real.

Una de estas niñas, ahora con 20 años, llegó a casa de su hermana en tren hace unos días. Fue un viaje muy complicado y largo. "Le costó mucho llegar" por el colapso de los transportes y las carreteras.

La ucranianos en CLM siguen con máxima preocupación la guerra

Los ucranianos "están peleando por traer a refugiados a Ciudad Real a través de la asociación CREAN". Sobre todo, se centran en acoger a todos aquellos niños ucranianos que han estado viniendo a la región antes de la guerra. "No dan a basto con todas las peticiones que tienen", asegura Natalia.

Desde que estallara la guerra, han surgido numerosas iniciativas ciudadanas con el objetivo de organizar material para mandarlo a Ucrania:

"Desde el domingo hemos estado organizando con varios ucranianos y españoles en Ciudad Real un grupo de ayuda". Han estado organizando un camión, finalmente puede que incluso dos, que irán hacia la frontera de Polonia con material de ayuda: medicina, comida enlatada, ropa, cascos, sacos de dormir.

Natalia hace un llamamiento a todos aquellos que quieran ayudar y que no tengan contacto con estos grupos de gente: "hay muchas páginas de ONGs o muchas páginas ucranianas en las que se puede ingresar dinero para ayudar".

Sobre el regreso de parte de la población a Ucrania para luchar en la guerra, sobre todo hombres, Natalia cuenta la historia de una conocida: "la mujer de mi sobrino, que están alojados en Polonia desde hace muchos años, tiene una hermana que trabaja en el ejercito en Ucrania. Ella quiere regresar a Ucrania para luchar en la guerra porque piensa "como va a estar mi hermana luchando allí y yo me voy a quedar sin hacer nada en Polonia".

"Somos una piña"

"Ahora todo el pueblo ucraniano es una piña (...) da igual de que partido seas o de qué nacionalidad, blanco o negro (...) ahora todo eso da igual (...) somos todos el pueblo ucraniano (...) estamos juntos y somos uno", asegura.

Sobre el fin del conflicto armado, cree que aunque "las negociaciones aún no terminaron, parece que pinta un poco mal la historia". Cree que lo que Ucrania necesita ahora mismo es "un empujón desde fuera (...) no solo negociar entre Ucrania o Rusia". Asegura que tienen que apoyar a Ucrania más pauses, que los que ya los apoyan ofrezcan más ayuda y que, incluso los países aliados con Rusia, "tienen que darle buen consejos para que paren esto".

Regularización de ucranianos residentes en España

Una de las medidas que ha puesto sobre la mesa el Gobierno de España ha sido la regularización de los ucranianos residentes en España: "Me parecen muy bien, sobre todo, para los que ya viven en España desde hace muchos años".

Cree que es la mejor opción para todos porque estas personas ya se han adaptado a nuestro país, han formado familia y desarrollado sus carreras aquí, conocen el idioma y la cultura. "Ellos van a ayudar en el desarrollo de España también porque van a trabajar para pagar su impuestos", afirma.

"La mayoría de ucranianos ven a Zelensky como un héroe"

"Hay diferentes opiniones sobre el presidente Zelensky, pero en general el pueblo tienen una buena opinión y le están valorando bien aquellos que antes no estaban a su lado". Cree que "que la mayoría de los ucranianos lo ven como un héroe, porque aún sigue ahí como el capitán de un barco en la capital defendiendo al pueblo ucraniano del ataque ruso".

Puedes escuchar el testimonio completo de Natalia aquí: