TOLEDO
Toledo extiende la ordenanza de pisos turísticos a toda la ciudad, no solo al Casco Histórico
La normativa que ha salido adelante con el único voto en contra del grupo municipal de IU-Podemos contempla un tope máximo de viviendas turísticas del 12% del total
La Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Toledo ha aprobado la regulación sobre las viviendas de uso turístico y los apartamentos turísticos en la ciudad. Con los votos a favor de todos los grupos municipales y el único en contra de IU-Podemos se ha dado luz verde a la modificación del Plan General Municipal de Ordenación Urbana (PGMOU) para establecer una regulación específica sobre los pisos turísticos. Un cambio para afrontar el auge del turismo y la proliferación de este tipo de alojamientos, especialmente en el Casco Histórico.
La principal novedad de esta ordenanza es la ampliación del ámbito de actuación, que se extiende a todo el término municipal de la ciudad. Se establece un tope máximo de viviendas turísticas del 12% del total. Con ello, se pretende preservar el carácter residencial de la ciudad, evitar problemas de convivencia.
En el caso del Casco Histórico, las viviendas turísticas solo podrán ubicarse en plantas bajas y primeras. Fuera de este barrio, se aplicarán condiciones urbanísticas específicas según cada zona, mientras que en Los Cigarrales solo se permitirán viviendas turísticas, excluyendo apartamentos turísticos.
El Casco Histórico de Toledo es una de las áreas más protegidas bajo esta nueva regulación, ya que, además de las limitaciones de saturación y ubicación, se prohíbe la conversión de locales comerciales en viviendas turísticas para preservar el comercio de barrio.
Esta normativa pretende "ofrecer un marco claro para las actividades de alojamiento turístico, incrementando la seguridad jurídica tanto para los operadores como para los residentes", según apunta el Ayuntamiento en nota de prensa.
Entre los requisitos técnicos que incluye el texto, destacar que todas las viviendas y apartamentos turísticos deberán cumplir normas de accesibilidad, habitabilidad y superficies mínimas para permitir su eventual reversión a uso residencial.
Se incluyen medidas para gestionar adecuadamente residuos y limitar molestias como ruidos, en beneficio de los vecinos, y el uso clandestino o actividades no comunicadas estarán sujetas a sanciones, y no podrán regularizarse aquellos inmuebles que no cumplan los requisitos técnicos.
La ordenanza "busca equilibrar el desarrollo económico impulsado por el turismo con la protección del derecho a la vivienda de los residentes. También pretende dinamizar el mercado inmobiliario mediante la rehabilitación de edificios, incentivando tanto el uso residencial como el turístico, pero siempre bajo un marco normativo claro que será actualizado periódicamente para evaluar su efectividad y adaptarla a nuevas necesidades.