SANIDAD
El Complejo Hospitalario de Toledo alcanza los 600 trasplantes renales en 16 años
La coordinadora médico de Trasplantes ha agradecido a las familias de los donantes su generosidad y su solidaridad en unos momentos tan duros
Un equipo multidisciplinar de profesionales sanitarios participa en el programa de trasplantes
El Complejo Hospitalario Universitario de Toledo cierra 2023 alcanzando los 600 trasplantes renales. El último trasplante se realizó el pasado 21 de diciembre y con él han sido 50, procedentes de 35 donaciones, los que se han podido llevar a cabo a lo largo de este año en este hospital.
Este último dato supone un nuevo récord, al superar las donaciones registradas en 2019 en este complejo sanitario dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM). La Coordinación de Trasplantes Hospitalaria considera con ello recuperada en su totalidad la actividad del programa de donación de órganos, que descendió por la pandemia de Covid. En 2022 solo pudieron realizarse 29 donaciones en este centro.
La doctora María Luisa Rodríguez, coordinadora médico de Trasplantes del Complejo Hospitalario Universitario de Toledo, ha agradecido a los donantes y a sus familias su generosidad y su solidaridad, especialmente en un momento tan duro como es el fallecimiento de un allegado. Gracias a ello ha sido posible alcanzar estas cifras, destacaba.
Rodríguez también ha puesto en valor el trabajo de los profesionales sanitarios que trabajan en este programa, un equipo multidisciplinar integrado por intensivistas, nefrólogos, urólogos, anestesiólogos, patólogos, enfermeras, auxiliares y personal de laboratorio, que junto a los coordinadores de trasplantes participan tanto en la extracción de los órganos como en su trasplantes.
600 trasplantes en 16 años
El Complejo Hospitalario Universitario de Toledo realizó el primer trasplante de riñón el 7 de marzo de 2007. Fue el segundo hospital de Castilla-La Mancha autorizado para realizar injertos de riñón.
Desde entonces se han realizado 38 trasplantes anuales de media, mejorando sustancialmente la calidad de vida a personas que se encontraban en tratamiento de hemodiálisis durante años. El paciente más joven en ser trasplantado en este centro sanitario tenía 18 años y el de mayor edad había cumplido ya los 87 años.