Sanz "niega que no se cuide la salud de los trabajadores" del laboratorio del hospital de Toledo

El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha negado que no se cuide la salud de los trabajadores de laboratorio del Hospital Universitario de Toledo en el que se han registrado intoxicaciones que han conllevado bajas del personal. "Vamos a seguir haciéndolo y vamos a seguir midiendo, más allá de que acabe el problema", ha confirmado.

Sanz ha asegurado que "en ningún momento", desde que el pasado 24 de noviembre se detectó una posible intoxicación, se hayan dejado de hacer mediciones, "siempre estamos midiendo", ha reiterado y además "ahora estamos con tres mediciones diferentes y todas las que se nos han entregado hasta ahora están dentro de los parámetros normales".

El consejero de Sanidad ha apuntado que actualmente "las personas que trabajan en este momento están prácticamente todos sin síntomas y no tenemos a nadie de baja (a fecha de ayer)" por lo que este problema "podrían estar modulándose".

Sí ha sido muy crítico por la politización "de cualquier cosa que genere alarma". "No todo vale y no vale no contrastarlo con datos", ha aseverado Sanz, que además es de la opinión que este problema tan técnico "lo deben resolver los técnicos".

"Se han dicho barbaridades como que estaba todo el hospital contaminado. Se ha llegado a llamar a los bomberos que emitieron un informe diciendo que de las mediciones que hicieron ellos todo estaba normal", ha explicado.

Cinco años de la pandemia

Una entrevista en la que el consejero ha hecho balance de los cinco años de pandemia. "Fue la primera enfermedad infecciosa que atacó a tanto gente emitida en directo", ha recordado, de ahí la importancia de que la información que se difundiese fuera en todo tiempo la real.

Ha defendido que el confinamiento, del que este viernes se cumplen cinco años, fue una decisión "acertada" para contener los contagios de la pandemia de la covid-19, al igual que fue necesario "eliminar los contactos personales".

Aunque ha reconocido que el recuerdo de aquella etapa "siempre seguirá siendo muy triste", Fernández Sanz ha recordado que esta crisis sirvió para demostrar que "somos vulnerables" y que un sistema sanitario fortalecido da "una respuesta más adecuada", y no ha querido aventurar cómo habría sido la respuesta a la pandemia con los medios humanos y materiales que había al llegar al gobierno, en 2015.

Por otra parte, el consejero ha reconocido que ha quedado una cierta "fatiga pospandemia", en la que es difícil "mantener la tensión", y ha advertido de que eso se trasluce en la respuesta a las campañas de vacunación, donde es difícil convencer a aquellos que no son población diana de que se deben vacunar.

El consejero también ha mostrado su rechazo tajante a las agresiones a sanitarios, y ha afirmado que aunque Castilla-La Mancha está muy por debajo de la media nacional, el Gobierno trabaja para que el número de agresiones sea "cero".

Ha descartado que poner "seguridad privada" en cada uno de los centros vaya a solucionar el problema, y ha abogado por una labor "preventiva" y por contar con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

Y ha confirmado el traslado total del Hospital de Cuenca "entre Semana Santa y el verano".