Raúl, hostelero de Toledo: "Nos ahogamos, que nos cierren ya" las semanas que sea necesario
Quince años como empresario hostelero en Toledo al frente de la "Taberna Embrujo" y Raúl acaba de vivir la peor semana de la historia de su negocio tras el cese de actividad por el estado de alarma. "Estamos mucho peor incluso que en la crisis de 2008 o 2010", lamenta. Tras el parón de marzo, abril y mayo, tradicionalmente los mejores meses para este sector en Toledo, este establecimiento del casco histórico cada día lo tiene más difícil. No para dar de comer a sus clientes, sino a las nueve familias que dependen de este negocio que, con la llegada de la "nueva normalidad", se dio de plazo hasta marzo de 2021 para decidir si "El Embrujo" sigue adelante o se cierra.
Desde que comenzó la pandemia, a Raúl no le salen las cuentas, esas que repasa cada día para adaptarse a la situación, a las medidas contra la expansión del coronavirus que le han impactado de lleno. Con cada restricción, directa o indirectamente, su "margen de maniobra es menor", asegura a CMM Digital. Cree que con "tanta agonía nos ahogamos", y añade: "Que nos cierren ya y nos tomamos este tiempo como vacaciones". Se refiere a las dos semanas que está cerrando la hostelería en algunas comunidades como Ceuta, Cataluña, Murcia o País Vasco.
Mejor en casa
Raúl prefiere quedarse en casa para limitar los gastos: unos 700 u 800 euros diarios contando con los ERTE. "En las condiciones en las que estamos, no se puede trabajar: En el mejor de los casos, como ocurrió en agosto, estoy al 50% de la facturación del año pasado, pero los gastos fijos no los hemos reducido a la mitad". Por eso, asegura, todos los meses va acumulando pérdidas.
Lo peor, confiesa, es la incertidumbre: "Hoy nos levantamos y nos dicen que cerramos el interior o todo", y con toda la infraestructura de personal y suministros, ¿Cómo te ajustas?", se pregunta. En lo que llevamos de noviembre ha facturado un 25% de lo que ganó el año pasado y la campaña de Navidad está llena de incógnitas.
"Esto es un caos, no se sabe cómo va a ir, yo como empresario que tengo que tomar decisiones y no sé qué es lo que me espera, sólo puedo ir limitando los gastos, pero es difícil hacerse una previsión", lamenta. Y en medio de toda esta incertidumbre mira hacia otros países de Europa donde se ofrecen ayudas a estos negocios por el cese de actividad.
Ayudas de otros países
Él cree que el Estado debería haber paralizado el cobro de impuestos y costes fijos, y apunta hacia Alemania, donde "se les obliga a cerrar pero les cubren un 75% de la facturación de noviembre de 2019". En esas condiciones, subraya, cierra "lo que se necesite".
En Francia un plan especial para autónomos, comerciantes y pymes proporcionará ayudas masivas del Estado a las pequeñas empresas afectadas con "hasta 10.000 euros mensuales por su pérdida de facturación", dice. En Reino Unido, el Gobierno anunció un incremento de las ayudas a las empresas en riesgo de quiebra por restricciones. Además, las autoridades municipales recibirán fondos adicionales para ofrecer subvenciones por unos 2.325 euros al mes a establecimientos hosteleros y de ocio en sus distritos.
España, primera potencia mundial en bares con 181.230 locales, uno por cada 259 españoles, ve temblar uno de sus motores del que dependen no sólo Raúl y sus nueve empleados, cuatro de ellos con reducción de jornada y uno en ERTE total, sino todo esa maquinaria que ponen en marcha como son la empresas distribuidoras y sector alimentación.