ECONOMÍA
Las operaciones de compra de tierras de cultivo crecen un 150%
Castilla-La Mancha es una de las tres comunidades donde más acuerdos se han cerrado
En los últimos años el mundo agro ha dejado de verse como un negocio tradicional y ha comenzado a ser un bien preciado por los inversores. ¿Por qué se han fijado en la agricultura? Porque es un valor seguro, estable y un sector muy necesario para la humanidad que es la alimentación.
Los fondos de inversión han cambiado el ladrillo por el campo debido a las altas rentabilidades que obtienen con tierras cultivables de nuestro país.
Las operaciones de compra de tierras de cultivo han crecido un 150%. Olivo y frutos secos son los preferidos por estos nuevos dueños que encuentran rentabilidades de hasta el 15%.
El aceite de oliva, el vino, los cítricos y otras frutas, hortalizas son productos muy valorados en los mercados internacionales. De ahí que los fondos de inversión miren con deseo al campo. Buscan sus mejores tierras: fincas con más de 100 hectáreas que tengan agua al ser más productivas y compran. Después contratan a empresas que hacen un llave en mano. Es tanta la demanda que no dan abasto. Faltan plantas y equipos.
Las operaciones de compra o alquiler han crecido un 150 por ciento en dos años. El dinero lo ponen fondos de Andorra y España y de la Unión Europeo. Multinacionales que diversifican así su actividad. Hay lista de espera.
Los cultivos de olivo, almendro y pistacho son los preferidos al tener mecanizadas 8 de cada 10 tareas. Y todo en un momento en el que miles de tierras se quedarán sin dueño al jubilarse sus agricultores. Las cooperativas agroalimentarias recuerdan a los futuros herederos de tierras que no solo contemplen el vender a estos grandes inversores. Un fenómeno que ha venido para quedarse porque por ahora solo deja brotes verdes para el dinero.