URBANISMO
Las consecuencias de construir sobre arroyos secos
En los últimos años, muchos municipios alrededor de Toledo han construido en el cauce de arroyos secos que se desbordan ante lluvias torrenciales.
Detrás de los cuantiosos daños personales y materiales causados por la DANA, además del cambio climático, está el desarrollo urbano. En los últimos años, muchos municipios alrededor de Toledo han construido en el cauce de arroyos secos que se desbordan ante lluvias torrenciales. Un claro ejemplo es el de Cobisa.
Solo dos años después, Cobisa ha vuelto a ver como se desbordaba el Arroyo de la Degollada a su paso por la localidad, causando importantes destrozos y anegando calles. Es uno de los pueblos de los alrededores de Toledo que más ha crecido en los últimos años.
Cuando llueve de forma torrencial, como ha ocurrido con esta DANA, el agua de esta localidad se incorpora mayoritariamente a este arroyo que, pese a las mejoras en el sistema de canalización del municipio, no han evitado una importante riada que bajaba hasta el Tajo.
Aún así, no ha sido tan fuerte como la de hace dos años, que dejó decenas de casas afectadas. Lo ocurrido en esta localidad y tantas otras de Toledo, deja al descubierto la influencia del urbanismo ante este tipo de fenómenos climáticos.
La historia se repite. Dos años después. Son los estragos que ha causado la DANA en Chozas de Canales, donde un arroyo, ahora seco, cruza la localidad. Lo mismo que en Guadamur, municipio atravesado por el arroyo de la Dehesa Nueva. Riadas que buscan caer al Tajo por sus cauces naturales, sobre los que se ha construido en estas últimas décadas.
"Muchos de estos pueblos han ignorado que esas zonas bajas están ahí para ser viables de evacuación", advierte el ambientólogo, Eduardo Sánchez Butragueño.
Es lo que ocurre en Cobisa, Burguillos, Nambroca, Guadamur o Yuncler. Localidades pequeñas alrededor de la ciudad de Toledo con un modelo urbanístico muy preciso.
"Es un modelo urbanístico concentrado de crecimiento y en pocos años, sin respetar muchas veces el terreno", señala el ambientólogo.
Con urbanizaciones repletas de viviendas unifamiliares con mucho espacio solado. Eso impide que el terreno pueda filtrar las lluvias, y más si son torrenciales. Butragueño señala que "ese agua no se infiltra y va a las zonas bajas, que suele coincidir con los arroyos".
La solución: planificación comarcal
Ante este nuevo escenario climático, qué se puede hacer en Toledo. El ambientólogo destaca que hay que hacer una planificación comarcal, "no vale ya el modelo de que cada municipio vaya por libre".
También calcular de nuevo todas las infraestructuras aguas abajo en Toledo para que ese caudal sea asumido sin causar problemas.