Un milano real y un águila imperial muertos por cebos envenenados en una finca de Oropesa (Toledo)
Oropesa1
La Guardia Civil investiga, por un delito relativo a la protección de la flora y fauna a un hombre que colocó cebos envenenados en una finca ubicada dentro de las localidades de Oropesa y Velada. Los cebos han provocado la muerte de varios especímenes que se encuentran en peligro de extinción, además de a un zorro y a un perro doméstico.
Fue el pasado mes de diciembre un ciudadano alertó de que cuando se encontraba paseando a caballo junto con varios de sus perros, por un camino colindante a una finca ganadera, uno de sus perros ingirió restos de un animal que inmediatamente le hizo enfermar, lo que le provocó la muerte por envenenamiento.
Agentes del Seprona con los Agentes Medioambientales recorrieron los exteriores de esta finca ganadera donde hallaron, en dos ubicaciones distintas, seis trozos de carne que contenían sustancias tóxicas, y junto a ellas varios ejemplares de rapaces muertas.
Posteriormente, se amplió la búsqueda y se inspeccionó esta finca y otras limítrofes con perros especializados en la búsqueda cebos envenenados del Servicio Cinológico de la Guardia Civil y la Unidad de Investigación de Venenos (UNIVE) y la Unidad Canina de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
Tres cadáveres encontrados en Oropesa: un milano real, un águila imperial y un zorro
Durante este dispositivo se hallaron tres cadáveres de Milano Real, un Águila Imperial Ibérica, ambas especies en peligro de extinción, y un zorro común, además del perro doméstico fallecido también a causa del veneno.
El Seprona de la Guardia Civil ha tomado manifestación en calidad de investigado no detenido, al propietario de esta finca ganadera, un hombre de más de 70 años, por un delito relativo a la flora y fauna por la colocación de los cebos envenenado, haciendo entrega de las diligencias instruidas en el Juzgado de Guardia de Talavera de la Reina.
Los cadáveres hallados como las sustancias prohibidas, han sido remitidas al Centro de Estudios de Rapaces ibéricas (CERI) de Sevilleja de la Jara, donde una vez realizados los análisis pertinentes, serán igualmente remitidos a la autoridad competente.
