Los teléfonos contra el maltrato y los Centros de la Mujer: aliados de las víctimas
Los teléfonos del maltrato 016 y 900100114 son una herramienta básica a disposición de las mujeres. Pedir ayuda ante una situación de maltrato es fundamental para salir de esa situación. La responsabilidad no solo recae en la víctima de violencia machista. Cualquiera que tenga conocimiento de un caso de violencia de género cuenta con recursos a su alcance para ponerle freno.
El teléfono del maltrato en CLM: 900 100 114
El teléfono contra el maltrato en nuestra región, responde siempre, cualquier día y a cualquier hora. La llamada en sí ya es un éxito. Ser consciente del maltrato es el primer paso, aunque llegar hasta según la trabajadora social del teléfono del maltrato, llegar aquí ha costado.
Las llamadas se incrementan en vacaciones, en Navidad y cada vez que se asesina a una mujer.
Este teléfono es el recurso más a mano para poner freno a la violencia. Pero casi un centenar de centros de la Mujer repartidos por toda la comunidad prestan asesoramiento gratuito, la mayoría en municipios rurales.
La asistencia de los centros de la mujer
De manera acorde a cada caso, se activa un servicio integral. Asistencia psicológica y jurídica, dispositivos telémáticos de protección, teletraducción para mujeres extranjeras o ayudas económicas para las víctimas. Ahora también existe un servicio específico para las agresiones sexuales.
En los casos más extremos, las casas de acogida proporcionan alojamiento a las víctimas y a sus hijos.
La clave, según los expertos
A pesar de los esfuerzos por conseguir una igualdad real entre hombres y mujeres hay claras evidencias de que la brecha sigue existiendo. La violencia machista es la cara más amarga y mas visible, pero no es único síntoma. Expertos, como la socióloga de género,Rosa Cobo, creen que las cosas no cambian porque no hay políticas reales de igualdad
Las políticas de igualdad deben implantarse tanto en los puestos de poder como en la sociedad civil, empezando por un cambio radical en todas las etapas educativas. La educación sexual es básica porque los adolescentes crecen con un concepto de cosificación de la mujer que perpetua el patriarcado.
Parece que habrá que darle muchas vueltas de tuerca a la educación para conseguir resultados.