El padre que casi mata en Albacete a su hijo de una paliza exculpa a la madre
La Audiencia Provincial de Albacete juzga a un matrimonio acusado de intentar asesinar en 2017 con una "brutal paliza" a su hijo de cuatro años, un niño al que habían adoptado y al que maltrataban desde seis meses atrás. Casi matan a su hijo adoptivo de una paliza.
En la primera sesión del juicio, el padre ha reconocido que golpeó al pequeño en varias ocasiones y ha exculpado a la madre de cualquier responsabilidad. El niño ingresó en parada cardiorespiratoria en el Hospital de Almansa después de recibir una brutal paliza, según recogen los informes médicos.
El padre, que ha necesitado una traductora, ha reconocido que ese día, el 13 de abril del pasado año, se enfadó con el niño porque dormía en una habitación que no era la suya. Le agarró del pie, la arrastró por la casa y lo tiró contra un mueble de otra habitación.
Según la fiscalía, no era la primera vez que los padres, de nacionalidad China maltrataban físicamente al menor, que llegó a España procedente de aquel país en 2016. Desde entonces, el niño sufría castigos físicos.
Cuando el niño ingresó en el Hospital, los médicos comprobaron que tenía fracturas antiguas, ya consolidadas, en una pierna, la clavícula y cinco costillas.
El niño fue ingresado en el Hospital General de Almansa (Albacete) "sin signos de vida" y en parada cardiorrespiratoria a causa de los golpes que le habían dado sus padres, que se enfrentan a una posible condena de prisión de 44 años y 10 meses.
El juicio se ha fijado en la Sección Penal de la Audiencia de Albacete y, en concreto, el fiscal acusa a los progenitores de un delito de asesinato en grado de tentativa, un delito de lesiones, un delito de lesiones con deformidad, un delito de maltrato a persona especialmente vulnerable y un delito de maltrato habitual, según figura en el escrito de acusación.
Están en prisión preventiva
La fiscalía ha indicado en su informe provisional que los acusados, J.J. y L.D., que están en prisión preventiva tras los hechos, sometieron a "maltratos físicos y vejaciones de manera continuada" al niño, al que adoptaron en China, desde que empezó su convivencia.
Desde octubre de 2016 el niño, que había nacido en 2012, sufría "castigos de todo tipo, materializados a través de golpes, pellizcos, arañazos, empujones, actuaciones que le han ocasionado al menor múltiples hematomas en diferentes partes del cuerpo", ha señalado el ministerio público.
También causaron quemaduras al niño "en fecha no concretada" porque "aproximaron" al menor "de manera intencionada" a la rejilla de la estufa de la vivienda, lo que le ocasionó heridas "en forma de panal de abeja" en el brazo derecho, la pierna izquierda y el dorso de mano derecha.
El escrito del fiscal relata, asimismo, episodios de golpes al niño con un "objeto contundente", causándole fracturas en brazo, clavícula, cadera y varias costillas. Sin embargo, "a pesar" de haber sometido al niño de manera continuada durante seis meses a agresiones y haberle causado "lesiones de gravedad que comprometían su salud y su vida", los procesados no le llevaron a ningún centro médico "para valoración ni para asistencia".
Los padres, "conscientes" del estado grave del menor
El episodio del asesinato en grado de tentativa ocurrió el 13 de abril de 2017, después de que el niño se despertara por una discusión entre J.J. y L.D. Ambos dieron al niño "una brutal paliza que se prolongó durante horas", le arrojaron contra el suelo en varias ocasiones y le dieron numerosos golpes que el fiscal detalla en el escrito, en el que ha afirmado que los dos padres eran "conscientes" del estado grave de salud en que quedó el niño, pero "se limitaron a tumbarlo, lo forzaron a comer, lo que le llevó a vomitar, llegando incluso a hacerle un cabestrillo casero con unos palos y unas vendas en la pierna lesionada ya que no tenían intención de acudir a ningún centro sanitario para que fuera atendido".
Cuando el niño perdió la consciencia decidieron llevarlo al Hospital de Almansa en cuyo servicio de urgencias ingresó en una situación de gravedad extrema con parada cardiorrespiratoria , cianosis generalizada y "sin signos de vida". El menor sufre diversas secuelas estéticas aunque no físicas, ha subrayado el fiscal, que aparte de los 44 años y 10 meses de cárcel para los progenitores solicita que se les retire la patria potestad. EFE