CAMBIO CLIMÁTICO
El Jardín Botánico de Castilla-La Mancha, víctima de la sequía y aumento de las temperaturas
Las altas temperaturas que sufrimos y la disminución de las precipitaciones han descontrolado en este espacio
El Jardín Botánico de Castilla-La Mancha pierde especies. Las siete hectáreas de este espacio natural, localizado en Albacete, sufre las consecuencias del aumento de las temperaturas y la disminución de las precipitaciones.
Estamos en otoño, una estación en la que la flora regional ya debería estar casi en parada vegetativa. Sin embargo, en la rosaleda sigue habiendo flores.
"Toda esa energía que están desperdiciando va a impedir que luego puedan pasar el invierno con salud. Por lo tanto, en verano van a estar todavía más débiles", explica Pablo Ferrandis, director del Jardín Botánico.
En la última década, hay unas diez especies que ya no son capaces de sobrevivir en Albacete. Entre ellas,. algunas en peligro como este salix caprea o el bonetero de hoja ancha. En contraposición, se extienden las plantas de sistemas más áridos.
Otra de las consecuencias de este cambio climático es que hay más plagas y con ciclos más largos, necesitan más agua y han perdido biodiversidad.
Este lugar de conservación, investigación y divulgación de la biodiversidad regional puede servir como fotografía de los efectos del cambio climático en unas pocas hectáreas.
Este jardín posee una colección de muestras de hábitats naturales de la región, hasta cuarenta, siguiendo criterios ecológicos y paisajísticos. Varios de estos ecosistemas están protegidos.
Desde enero de 2020, el Jardín Botánico forma parte de la Alianza por el Cambio Climático de los Jardines Botánicos, plataforma de asociaciones internacionales centrada en el conocimiento de la adaptación al cambio climático de colecciones de plantas y paisajes.